La vela latina se despliega en el Port de Catarroja

Las velas latinas se desplegaron este fin de semana en el Port de Catarroja para conmemorar el segundo aniversario de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de esta forma de navegar por la Albufera y el arte de la pesca tradicional. La Federación Cultural de Vela Latina escogió en esta ocasión este escenario, ya que el año pasado las barcas cambiaron las aguas del lago por el asfalto del centro de la capital para celebrar este acontecimiento que significa dar un paso más en la defensa del patrimonio valenciano.

En el acto estuvieron presentes los colectivos que han hecho posible conseguir este BIC, las cofradías de pescadores de El Palmar, Catarroja y Silla, los clubes de vela latina de estas tres localidades junto a Sollana, Alfafar y el Perellonet, además del concejal de la Albufera del Ayuntamiento de Valencia, Sergi Campillo, el alcalde de Catarroja, Jesús Monzó, y otros representantes de poblaciones albufereñas y de las universidades que participaron en elaborar el documento.

El evento también tuvo un carácter reivindicativo. El presidente del federación de Vela Latina, Antonio López, aprovechó la ocasión para destacar la importancia de «preservar una herencia que recibimos de nuestros padres y abuelos y que queremos dejar apara generaciones futuras», y para ello pidió que los agentes implicados que «todos tengamos un objetivo común, el reto de proteger el patrimonio cultural asegurando el caudal del agua de la Albufera, erradicando los vertidos para que el agua vuelva a ser clara como antaño y recuperando las matas, motas y ullals».

En la misma línea, Pablo Vidal, profesor de la Universidad Católica, una de las tres a las que el Consell encargó la elaboración del documento para el BIC, señaló que esta declaración «no debe ser el final, sino el principio del camino para impulsar las tradiciones relacionadas con el lago» y recalcó que «sin la vela no se entiende la Albufera».

Por su parte, Sergi Campillo, recogió el guante y mencionó el nuevo contrato que se ha firmado para recuperar las motas y proceder al dragado. «Este es un encuentro para compartir lo que nos une que es la Albufera y es importante demostrar que la ciudad está de vuestro lado», comentó. «La Albufera es un universo de cultura que tenemos y debemos cuidar».

El alcalde de Catarroja, Jesús Monzó, también se sumó a las reivindicaciones «para que el BIC no se quede en papel mojado». «El Port es la esencia de nuestro pueblo y queremos unas aguas limpias, mejores accesos y señalización y que continúe la comunicación entre los municipios ribereños y Valencia para coordinar acciones». «Lo que no puede ser es que para hacer una actuación en la riba del barranco tardemos meses en conseguir el permiso de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ)», reclamó.

El acto, que congregó a un numerosa gente del lago, se completó con una exposición sobre el arte de la pesca en la sede de la cofradía y los utensilios que hacen servir de forma tradicional como el mornells, la mornella o el gamber, autóctonos de los municipios ribereños.

La comitiva también visitó la sede de la Asociación de Vela Latina Els Peixcadors, que incluye una escuela de esta forma de navegar, y el museo de la Casa Sulema, en la que su propietario, Miquel Martí, hizo un repaso de la historia del lago a través de una escultura que él mismo ha creado. Los presentes también pudieron ver una de las velas más antiguas que se conocen de la Albufera que cuenta con 230 años y otras curiosidades.

Para cerrar este simbólico acto, todas las barcas al unísono, desplegaron las velas latinas en el Port de Catarroja.