El abandono provoca el anuncio de protestas de vecinos de chalés deTorrent

Las obras de recuperación en los municipios afectados por la dana avanzan poco a poco. Son muchos los daños que causó la riada el pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia en infraestructuras esenciales. Las carreteras y caminos son unas de las más afectadas y muchos siguen sin repararse provocando importantes molestias a los usuarios.

En Torrent, además de los daños en el barrio del Xenillet, las urbanizaciones cercanas al barranco l'Horteta también sufrieron graves desperfectos que más de dos meses y medio después siguen sin solventarse. Así lo denuncian los vecinos de la asociación Agost Torrent, que aglutina a unos 3.000 residentes, que se sienten «abandonados» por el Ayuntamiento de la ciudad.

«Han desaparecido muchos caminos y muchas carreteras están en muy mal estado pero todavía no se ha realizado ninguna actuación», lamenta el portavoz de esta asociación, Rafael Gil.

Los vecinos mantienen contacto con representantes municipales para hacerle llegar estas quejas pero ante la falta de iniciativas para solucionar los problemas se plantean realizar protestas y movilizaciones para dar visibilidad a la situación que viven a diario para llegar a sus casas.

«Se pinchan las ruedas por el mal estado de los caminos, hay muchos baches y la gente tiene muchas dificultades para acceder hasta aquí», explica Demetrio, propietario de un albergue ubicado en esta zona.

Aunque se han habilitado algunos pasos provisionales estos tampoco presentan unas condiciones óptimas para la circulación en un punto donde pasan muchos vehículos al residir de forma habitual cientos de familias.

Los vecinos de Agost Torrent reclaman al Ayuntamiento que inicie actuaciones en estas vías para poder acabar con estos problemas que se arrastran desde el día de la dana y que todavía no tienen fecha para ser solventados.

En el último pleno celebrado en la ciudad, residentes de esta urbanización volvieron a exponer la problemática ante la alcaldesa y todos los concejales. «Nos jugamos todos los días la vida porque la carretera de doce kilómetros es un camino mal señalizado y con vallas», expuso una vecino ante la Corporación que reclamó que en los nuevos proyectos de reconstrucción se busquen soluciones a las canalizaciones de las acequias para que el agua no vuelva a destrozarlas en otro episodio de lluvias intensas.

Los daños en las carreteras de esta área de Torrent son tan graves que existen puntos donde el agua arrancó completamente la calzada dejando intransitables muchos puntos. Los que se han podido limpiar están plagados de piedras o agujeros que impiden la circulación segura de los conductores que acceden a este barrio de viviendas diseminadas con un gran volumen de población.

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