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Uno de los baches que existen en los caminos del marjal de Catarroja. Damián Torres

Agricultores del marjal de Catarroja se rebelan por el mal estado de los caminos

El consistorio achaca el retraso en la reparación de los viales a las lluvias y la aumento del precio de los materiales de construcción

Ada Dasí

Catarroja

Viernes, 13 de mayo 2022, 20:31

Como si de un circuito de motocross se tratara, los agricultores del marjal de Catarroja circulan por los caminos repletos de baches y socavones para poder acceder a las campos de cultivos diariamente, tanto los que están asfaltados como los que son de tierra.

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Un grupo de ellos se ha rebelado contra el mal estado en el que se encuentran estos viales, que utilizan todos los días para trabajar las tierras que tienen que poner a punto para sembrar el arroz, y que la lluvia ha deteriorado todavía más, agravando la situación.

Los socavones, como señalan, hacen mella en las suspensiones de los vehículos y remolques, aunque la mayoría utilizan modelos todoterrenos para circular por el marjal. Si en estos coches ya se notan los vaivenes provocados por los baches del terreno, cuando circulan en maquinaria agrícola como los tractores es mucho peor.

“Estos vehículos no tienen suspensiones y cuando tienes que recorrer un tramo muy largo por estos caminos llegas con el cuerpo deshecho”, comentan, advirtiendo que al coste de reparaciones de los vehículos hay que sumarle el perjuicio para la salud.

Falta de mantenimiento

Los labradores señalan que “no se trata de uno ni dos, sino que son todos los caminos del marjal. No hay ni cien metros seguidos que estén en condiciones adecuadas”. “Hay varios junto a la vía de servicio de la Pista de Silla que no se han reparado en casi dos décadas”, como el Camí de la Perereta, advierten y explican que los socavones en la tierra obliga a los vehículos que pasan por allí a invadir parte del campo de cultivo para escapar del bache, con el inconveniente que supone.

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En uno de los que sí están asfaltados, el Camí del Rei, justo frente a la nave de Salvador Fortea, se puede comprobar el estado del firme con un gran y profundo agujero imposible de esquivar para los que circulan por este vial y que obliga a frenar en seco y atravesarlo con mucho cuidado. “Pasan camiones cargados que deben pesar toneladas a mucha velocidad y más de uno se ha dejado las suspensiones”, comentan.

La cosa se complica cuando se adentran en el marjal donde los caminos son todos de tierra, en una carretera por donde no caben dos vehículos a la vez, y que linda por una parte con los campos de arroz y por la otra con una acequia. La lluvia también ha dejado su huella y los baches que dificultan la circulación son evidentes a simple vista.

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Reparación

Este grupo de agricultores aseguran que llevan tiempo así y están valorando arreglar ellos mismos los caminos con su propia maquinaria, “como se hacía antes” por la inacción del Ayuntamiento, al que achacan el deterioro y la falta de mantenimiento de estas carreteras que para ellos es “indispensable” porque perjudica su trabajo.

En esta línea reconocen que se ha actuado en otras ocasiones, pero las intervenciones, que suelen consistir en el trillado y relleno de zahorra, se realizan en la época de la cosecha del arroz. “Cuando realmente hace falta es ahora que tenemos que trabajar los campos y hacer viajes para sembrar las semillas, en septiembre son solo unos diez días de recogida”, apuntan.

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También critican la falta de operatividad del Consell Agrari Local y piden una mayor participación y "que se nos escuche porque, al fin y al cabo, somos los que trabajamos las tierras".

 

Retraso por las lluvias

Desde el Ayuntamiento de Catarroja, reconocen el estado en el que se encuentran los caminos del marjal y lo achacan a los efectos de las lluvias de este año y al incremento del coste de los materiales de construcción, que ha provocado que la licitación de la repavimentación de los viales asfaltados quedara desierta en la primera convocatoria.

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El alcalde, Jesús Monzó, explica que tras este primer intento “se va a aumentar la partida inicial que estaba prevista en 30.000 euros para volver a sacarlo a licitación”. En cuanto a los caminos de tierra, el primer edil avanza que ya estaba previsto contar con un agricultor de la zona para que el proceso sea más rápido con un contrato menor, por 15.000 euros.

“Lo teníamos previsto pero las lluvias también han obligado a retrasarlo” y pide disculpas a los agricultores afectados. “Siempre hemos intentado hacerlo antes de la siega del arroz porque, a partir del mes de agosto, hay menos restricciones por parte del Parque Natural”, explica. Precisamente, es esta entidad la que prohíbe asfaltar nuevos caminos en esta zona del lago, aunque sí que permite la repavimentación de los que ya lo están.

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