Albal recupera más de 40 plazas del aparcamiento subterráneo para los vecinos

El Ayuntamiento de Albal ha recuperado las 43 plazas restantes del aparcamiento subterráneo de la plaza Fontilles, tras resolver el contrato de construcción y gestión de esta instalación en régimen de concesión administrativa. El consistorio ya rescató la explotación de 92 de estas con un coste de 266.000 euros el año pasado con el fin de ponerlas al servicio de los ciudadanos en una zona con problemas de aparcamiento.

El parking se construyó en 2002 a cargo de la empresa adjudicataria de las obras y de la gestión por un plazo de 50 años, y desde entonces su uso ha sido residual y es evidente su deterioro. No fue hasta 2018 cuando la empresa se declaró en concurso de acreedores y se adjudicó a una segunda empresa, con la que el Ayuntamiento llegó a un acuerdo para recuperarlas.

El alcalde, Ramón Marí, explica que cuando se aprobó la concesión en 2002 "la ley no permitía la venta de las plazas por lo que la concesión acabará en 30 años". Esta últimas 43 estaban arrendadas a un tercero y el consistorio tendrá que llegar a un acuerdo para continuar la concesión de los usuarios finales.

Este recinto ya contaba con problemas estructurales de obra, como señala Marí. Desde sus inicios tenía problemas de filtraciones de agua que con el paso del tiempo y sin solucionarlo han llegado a convertirse en estalagmitas, lo que causa problemas a los pocos usuarios que utilizan las instalaciones que no saben dónde dejar sus vehículos.

En 2011, el Ayuntamiento trató de darle solución con una renovación de la plaza que hay en la superficie pero no dio el resultado esperado. "La empresa quería que asumiéramos el coste de la reparación para su propio beneficio pero no estuvimos de acuerdo porque era un defecto estructural", comenta el primer edil.

Una vez recuperadas todas las plazas del aparcamiento que superan el centenar, el Ayuntamiento ha diseñado un proyecto para rehabilitar este espacio público de más de medio millón de euros que pondrá fin a las goteras con la impermeabilización de la superficie y crearán un entorno más amable para los vecinos.

En este sentido, se ha previsto eliminar el pavimento que causa los problemas de estancamiento y se implementarán soluciones para que esto no ocurra. También se mantendrán otros elementos como la fuente y los juegos infantiles y se contará con un paseo central nuevo y zonas destinadas al descanso. De igual modo, se incrementarán las pérgolas para tener más espacio con sombra.

Además, el proyecto ha previsto la adaptación a la normativa de accesibilidad con la instalación de un ascensor que conecte con el aparcamiento, con un vestíbulo para cumplir con la legislación contraincendios.

El objetivo es dulcificar el espacio y promover recorridos internos amables, ampliar las zonas ajardinadas, favorecer la permanencia y la usabilidad mediante la dotación de gran cantidad de bancos y la ampliación de las zonas de pérgola como cobijo así como hacer del agua un punto central que observar y escuchar, un elemento de calma. Se prevé también que el tránsito de noche sea más agradable mediante la iluminación que marca los caminos y ofrece un espacio con mayor impresión de seguridad, lo que a efectos del urbanismo de género resulta muy interesante.

También se pretende ampliar las condiciones de accesibilidad universal y la movilidad del cuidado que prima recorridos peatonales sin cambios de nivel, y se tiene en cuenta la implementación de que se llegue a una movilidad sostenible en el entorno para lo que se prevé que en la plaza haya aparcamientos de bicicletas y patinetes.

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