Alcalde de Aldaia: «El desvío de la Saleta es vital para proteger a las personas»
El primer edil, Guillermo Luján, demanda celeridad al Consorcio de Seguros y agilidad en las obras públicas tras la dana del 29 de octubre
Queda mucho por reconstruir en Aldaia para recobrar la normalidad tras la dana aunque lo sucedido ha servido para mostrar también sus carencias en aspectos como las infraestructuras hidráulicas o la falta de transporte público. El alcalde de la localidad, Guillermo Luján, analiza algunas de estas cuestiones.
–¿Lista de tareas en Aldaia?
–Lo primero sería lo que tiene que ver con las necesidades de la gente y lo más prioritario es el tema de los ascensores. Está provocando una dificultad en la accesibilidad con personas que no pueden bajar a la calle.
–¿Y la segunda?
–El consorcio no está indemnizando de forma adecuada a los vecinos. Hay un cuello de botella, un bloqueo en esto.
–¿Qué le parece el proyecto expuesto por la CHJ para conectar el barranco de la Saleta con el nuevo cauce?
–Es un proyecto muy trabajado por los técnicos durante mucho tiempo, en el que además se ha llegado a un consenso entre Conselleria y la CHJ sobre en el informe paisajístico que tenía paralizado el proceso. Por tanto, supone un avance muy importante de cara a aminorar el impacto de las danas en Aldaia.
–¿Confía en que la adjudicación sea rápida?
–Deseamos que sea lo más rápida posible, porque es de vital importancia para la protección de las personas.
–¿Espera alegaciones de Valencia?
–Esperamos que sean sensibles y que escuchen a los técnicos que avalan que el proyecto propone una solución totalmente viable.
–¿En infraestructuras municipales qué daños ha habido?
–Estamos en 39 millones de euros. Nuestra hoja de ruta del plan de recuperación está enlazada con la Generalitat y el Gobierno. Aunque estamos en primera línea de acción, solos no podemos. Necesitamos a todos. Tenemos el dinero en el banco y ahora tenemos la dificultad para gestionarlo. La recuperación debe ser rápida porque si tardamos mucho tiempo no puede ser.
–Los plazos de ejecución parece que serán más flexibles.
–Me me gusta y me disgusta, si estamos exigiendo que los ascensores funcionen y que los afectados vuelvan a sus casas, la Administración no podemos estar atascados años en procedimientos.
–¿Qué daños hubo en Aldaia?
–Sobre 11.000 vehículos siniestrados, 4.000 viviendas y sobre mil comercios y empresas. De hecho, nosotros en la implementación de la ayuda de Amancio Ortega hemos llegado a dar 2.300 ayudas a comercios y viviendas. Hay mucha gente que aún no ha vuelto a su casa y en el comercio han abierto muchos como han podido para dar servicio.
–¿Y víctimas?
–Seis personas y por agruparlo, personas que fueron a por sus vehículos o que murieron en sus casas. Tenemos que mejorar los mecanismos para que no haya víctimas mortales. Y para eso es necesario que en la gestión de información, que fue muy deficiente, no vuelva a pasar.
–¿Hay que depurar responsabilidades?
–Todos los años tenemos dos o tres veces que implementar nuestro plan de inundaciones. Ese día estábamos trabajando para una dana y lo que llegó fue un tsunami y nadie avisó de eso. Avisamos a la gente de la dana pero no de que subieran a un piso alto. La sensación que tenemos es de pena y frustración por no poder informar a la ciudadanía y no lo hicimos porque no nos avisaron.
–¿Tiene que haber responsabilidades por ese aviso tardío?
–Creo que eso tiene que depurarse en los sitios donde corresponda, pero yo siempre he estado centrado y creo que mi obligación y responsabilidad es gestionar esta catástrofe que aún no ha acabado. Cada uno que responda donde corresponda.
–La falta de movilidad se ha notado mucho también.
–El problema de movilidad se ha agravado por la falta de vehículos. Ahora mismo tenemos una línea metropolitana saturada que no da abasto. Llevamos reclamando la mejora y el metro se anunció para 2035 y ahora está parado. Creo que hay que plantear medidas de corto plazo.
–¿Qué línea de acción está llevando el Ayuntamiento de Aldaia sobre las licencias?
–Ahora hay un elemento que hay que hacer y es el tema de los subterráneos, los garajes. Hay que valorarlo porque evidentemente hay que buscar alternativas para dar servicio a la gente. Pero no propiciar unos elementos que ha generado un impacto terrible. El municipio tiene 33.000 habitantes y una configuración urbanística desarrollada, por lo que es complicado deshacer lo que está hecho, pero con el resto hay que tener una mirada distinta.
–¿Queda territorio en Aldaia por desarrollar?
–Hay zonas por desarrollar, especialmente entre el casco urbano de Aldaia y el barrio de Cristo, pero lo que tenemos que plantearnos es buscar la manera de seguir viviendo en Aldaia. Es difícil plantearnos desalojar todo el casco urbano porque eso es imposible, por lo que es fundamental no renunciar a la protección, como el desvío de la Saleta y otras actuaciones para minorar el impacto de las de las avenidas.
–¿Cómo está el alcantarillado?
–No hay grandes dificultades en este momento, a pesar de que lógicamente ha habido un efecto aunque con una recuperación bastante razonable.
–¿Y la zona industrial?
–Hay varios polígonos industriales dañados. El tejido productivo está pasándolo mal y ante esa incertidumbre de si volver a abrir o no.
–¿Y los servicios básicos?
–El de recogida de basura es el que estamos pendientes de próximamente poder mejorar. El resto, agua potable y alumbrado público, está en buenas condiciones.
–¿Atienden a todos los afectados a través de servicios sociales o sigue habiendo puntos de reparto de alimentos?
–Hay algún punto, pero poco. Servicios Sociales está canalizando todas las ayudas desde el primer momento y además con la colaboración de otros municipios y equipos sociales. Por ejemplo, vino un equipo importante de Sagunto las primeras semanas echando una mano para diagnosticar un trabajo de campo que ahora va a seguir. Hay que tener en cuenta que tras la dana no había nada, ni comercios ni supermercados. Las zonas de reparto de alimentos se instalaron incluso en espacios culturales, en las propias fallas.
–Otro problema es el de la salud mental.
–Es uno de los caballos de batalla. Es verdad que que la pandemia nos descubrió que estar en casa propiciaba desazón, desánimo y miedo. Ahí es una de las tareas que debemos hacer, tanto nosotros como a nivel autonómico y nacional. Uno de los elementos importantes es retomar la actividad.
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