Los alcaldes alertan de accidentes por la ruina de la Pista de Silla y exigen mejoras

Al alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, se le notaba este martes muy enfadado, indignado mejor dicho, debido al mal estado de la Pista de Silla, cuando está a punto de cumplirse el quinto mes del fatídico 29 de octubre, día en que la dana arrasó buena parte de la provincia de Valencia. Tras una visita al lugar, reclamó mejoras inmediatas para evitar accidentes de tráfico y garantizar la seguridad vial.

Ausencia de quitamiedos, pintura vial, calzadas sin alumbrado público, puentes donde la junta de dilatación ha aumentado sensiblemente y unos conos que separan la mediana de los dos sentidos a la altura de Alfafar y Sedaví. Son sólo algunos de los problemas a resolver, además de la limpieza en general de la zona, todavía con mucha basura. Los efectos de la dana son tan visibles como si apenas hubieran transcurrido unos días desde la tragedia de las inundaciones.

Adsuara no está sólo en esta cuestión. Los ayuntamientos de Sedaví y Benetússer se han posicionado también a favor de una intervención urgente en la V-31, sus accesos y las vías de servicio. «Paiporta y Massanassa también utilizan estos accesos», destacó el primer edil, quien recordó que es el acceso a Valencia con mayor intensidad de tráfico.

El apoyo lo ha recibido el alcalde de Alfafar en las reuniones del Cecopi, donde ha reclamado a los representantes de la Demarcación de Carreteras que hagan algo. La situación ha llegado a tal extremo que en la última, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, tuvo que poner «paz» y asegurar que se iba a hacer algo.

«Desde el Ayuntamiento, hemos urgido a la Demarcación de Carreteras del Estado, la prioridad en la reposición de todos los elementos de seguridad en los accesos a Alfafar, como son las marcas viales, guardarraíles, protectores e iluminación de las vías de acceso y la pintura vial, Alfafar salida 10 y salida 11», señaló Adsuara en redes sociales.

En conversación con LAS PROVINCIAS, detalló que unos meros conos «protegen» a los conductores en la mediana de la calzada. Los bloques de hormigón fueron criticados por los expertos al señalar que habían actuado como un dique al retener el caudal de la avenida de agua en la dana.

«No sabemos qué van a poner», comentó el alcalde. En la salida 10, a la altura del centro comercial Carrefour, resulta que no «hay quitamiedos y los que había antes eran dobles para proteger mejor a los motoristas», comentó. Otro asunto igual de sangrante para los municipios colindantes es que no hay alumbrado público en la calzada, otro elemento de inseguridad del tráfico.

«Está así desde la crisis de 2011, cuando decidieron apagarlo todo, hasta Silla», explicó Adsuara. Los municipios afectados exigen que en la reconstrucción de la autovía incluya también esta mejora, lo mismo que en la salida 11, donde se observan otras deficiencias relevantes, muy similares a los anteriores.

El primer edil destacó que con la construcción del IKEA, el ayuntamiento se hizo cargo de la construcción y mantenimiento de una serie de accesos, que han garantizado la ausencia de atascos desde entonces. «Fue una de las obligaciones que nos pusieron y destinamos una parte del aprovechamiento urbanístico a esas obras, unos seis millones de euros. Pero no debemos encargarnos de su reconstrucción porque eso no tiene que ver con el convenio firmado», subrayó Adsuara como uno de los motivos de dicrepancias con el Gobierno.

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