Catarroja brilla en el Auditorio Nacional

El Conservatorio de Catarroja ha llevado su talento hasta el Auditorio Nacional de Música de Madrid, donde su Orquesta de Cuerda protagonizó un concierto de éxito el pasado sábado 22 de febrero. Bajo la dirección del profesor Jesús Plaus Durá, 27 jóvenes músicos ofrecieron una actuación que conquistó al público, reafirmando el lema que los acompañó durante todo el proyecto: «Portem Catarroja al cor».

Para Isaac Monrós Arenas, estudiante de contrabajo y uno de los integrantes de la orquesta, la experiencia ha sido un hito personal: «Muchas gracias a todos por darme la oportunidad de cumplir uno de los sueños de mi vida. Os lo agradeceré toda la vida», expresó emocionado tras la actuación.

Meses de esfuerzo y un éxito rotundo

El proyecto, que tomó forma tras dos meses de intenso trabajo, permitió al alumnado del conservatorio actuar en uno de los escenarios más prestigiosos del país. Con edades comprendidas entre los 11 y los 20 años, los jóvenes músicos afrontaron el reto con dedicación y pasión, respaldados por la labor y el liderazgo de su director, Jesús Plaus.

Desde la dirección del centro destacan su papel fundamental en la formación de la orquesta: «Ha ejercido una labor encomiable desde que propuso la idea de formar esta agrupación, además de liderarla con gran acierto».

Para Plaus, el verdadero éxito del proyecto no solo reside en la calidad musical alcanzada, sino en el impacto que ha tenido en sus alumnos: «Recuperar los instrumentos es muy importante, pero después de lo que han vivido, lo es mucho más recuperar la ilusión por la música».

Un repertorio de altura y una ovación unánime

La orquesta interpretó el Concierto Grosso de Arcangelo Corelli, con los violinistas Mireia Reinés Llopis y Andreu Monllor Moreno, y la chelista Sofía Ferrer García como solistas. Su ejecución cautivó al público, que llenó las 2.338 localidades del auditorio y brindó una ovación en pie.

El concierto continuó con un momento aún más emocionante: los jóvenes músicos se unieron a la Beethoven Symphony Orchestra, dirigida por el maestro Torrelledó, para interpretar el Réquiem de Mozart junto a un coro de 340 voces. La velada concluyó con el Himno de la Comunitat Valenciana, poniendo un broche de oro a una jornada inolvidable.

Más allá del escenario: una experiencia para toda la vida

El evento no solo marcó un antes y un después en la trayectoria de estos músicos, sino que también dejó huella en todos los asistentes. Thaicia Alepuz Kharina y Laura Varea Escamilla, estudiantes de piano que no formaron parte del repertorio en esta ocasión, viajaron igualmente a Madrid para acompañar a sus compañeros, portando orgullosas la pancarta con el lema del proyecto por los lugares más emblemáticos de la capital.

El jefe de estudios del conservatorio, Juanfra Arrue Capella, no ocultó su emoción al dirigirse al alumnado tras la actuación: «Me he emocionado muchísimo más hoy con vosotros que cuando he actuado yo en este mismo escenario. No tengo calificativos para expresar lo orgulloso que me siento en estos momentos».

Y concluyó con un mensaje de reconocimiento al esfuerzo de todos: «La calidad de un centro no se rige por el valor de sus infraestructuras, sino por el equipo humano que lo forma. En ese aspecto, podemos estar seguros de que somos el mejor centro, y el reconocimiento que estamos recibiendo allá donde vamos así lo demuestra».

Una noche histórica para la música en Catarroja y un paso más en la consolidación de su conservatorio como referente del talento joven.

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