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ada dasí
Rocafort
Martes, 3 de agosto 2021, 22:10
La tensión entre el PP y Ciudadanos, socios de gobierno en Rocafort junto con Vox, se ha recrudecido en los últimos días, aunque ya estaba maltrecha después de que el alcalde de Cs, Guillermo José Gimeno retirará las competencias a la concejal popular de Urbanismo, Susana Martínez, hace unos meses.
A pesar de ello, José presentó por registro su dimisión apurando hasta el último minuto para cumplir el pacto y dejar la alcaldía en manos de los populares para los próximos dos años. Pero lo hizo, según explica, para dar tiempo y llegar a un acuerdo con los populares respecto a la reorganización de la delegaciones que estos proponen y que implicaría devolverle a Martínez la delegación que él mismo le retiró.
El todavía primer edil asegura que "no tenemos claro si apoyaremos la investidura del popular Agustín Aliaga" y explica que "estamos dispuestos a seguir con el pacto pero con la condición de que continúe como hasta ahora". De hecho sus palabras son que la relación con el PP "está herida de muerte"e incluso se plantea dejar su acta de concejal, tras hacer efectiva su dimisión como alcalde en el pleno del próximo día 13, por su próxima paternidad para "dedicar más tiempo a mi familia y mi trabajo".
El primer edil de la formación naranja deja claro que "yo he cumplido con el pacto y he dimitido, no me pueden decir que me he atado al sillón" y deja en el aire si serán sus compañeros de partido los que tomen la decisión de aceptar las condiciones de los populares, a pesar de que si dejaran el gobierno la edil, Rosario Marco, dejaría de cobrar su sueldo como liberada, "lo que demuestra que no nos movemos por intereses económicos", remarca.
Si esta sucediera, el PP (4) y Vox (1) se quedarían sin los dos apoyos de Ciudadanos para la investidura de Aliaga y empatados con el PSPV, que fue la lista más votada en los últimos comicios, con cinco concejales. Sea como sea "somos la llave de gobierno", señala Guillermo José, y tendrían que llegar a acuerdo puntuales con ellos para poder gobernar.
El mandatario traspasa la vara de mando "con la conciencia muy tranquila" y señala que aunque no tiene claro seguir como concejal, "volvería a ser alcalde una y mil veces más porque gestionar y tomar decisiones es algo muy bonito" pero "no necesito que me den palmaditas en la espalda".
A pesar de que define su periodo de gobierno como "la alcaldía robada" por las circunstancias de la pandemia, se queda con el cumplimiento del programa electoral y los logros. Entre ellos proyectos como la casa de la cultura y el polideportivo, junto con otros 16 más que verán la luz a finales de año.
Además, destaca el importante esfuerzo que se ha hecho para regularizar los contratos más importantes como la limpieza o el mantenimiento de edificios públicos. "Cuando llegamos a la alcaldía habían 43 de ellos pendientes de licitar", recuerda. También resalta el valor que se ha dado a los técnicos municipales ya que "no se ha hecho nada sin contar con los informes favorables".
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