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R. D.
Puçol
Martes, 5 de noviembre 2024, 20:15
La ayuda desde Puçol a los pueblos que han sufrido los estragos de la DANA está llegando por distintas vías. Una de estas iniciativas tiene como protagonista al colegio Virgen al Pie de la Cruz. Su personal ha tenido la cocina trabajando durante el puente y ha preparado 10.000 raciones de comida en envases individuales para alimentar a los afectados por esta catástrofe.
«La idea de dedicar nuestro tiempo, la materia prima y las instalaciones surge el jueves, cuando comprendimos que íbamos a estar cerrados y quisimos colaborar», explica Alberto Francés, director del centro educativo donde se imparte la enseñanza de Hostelería, entre otras. El primer paso fue hablar con Ricochet, la empresa con la que trabajan temas de alimentación, porque tiene los contactos con distribuidores de alimentación y el colegio la cocina.
Según relata Francés, «empezamos a cocinar el jueves por la noche y así el viernes, Día de Todos los Santos, a mediodía salía el primer convoy». El objetivo era «hacer llegar la comida a aquellos puntos en que podía ser útil y, sobre todo, repartida entre varios pueblos».
En ese primer momento, la empresa y el profesorado comenzaron a cocinar. Al mismo tiempo, continuaron los contactos con proveedores para ver si podían enviarles materia prima con la que cocinar. Makro, Velarte y los colegios Diocesanos comenzaron a mandar productos para ir elaborando distintos menús.
Gracias al apoyo recibido, el viernes se enviaron en total 1.200 comidas, todas en envases individuales y listas para disfrutar. El sábado se alcanzaron las 2.000 raciones. Y el domingo batieron su récord, con más de 4.000 raciones de comida recién elaborada y enviada siempre a distintos pueblos. El lunes siguieron otras 2.700 y la cocina ha seguido en marcha el martes, de manera que ya van más de 10.000 raciones.
«En este punto ya se había volcado con nosotros todo el mundo, no sólo los profesores, también los alumnos y los padres y madres que venían a turnarse en la cocina, pero también en las tareas adicionales, como recoger alimentos, catalogarlos, prepararlos, mantenerlos en las cámaras», señala el director.
Y cuando se iba agotando la materia prima, lanzaron una llamada a través de redes sociales que dio sus frutos. Los padres del colegio y los vecinos de Puçol fueron los primeros en entregar alimentos directamente en el centro.
A partir del lunes se sumaron los cuatro colegios públicos de la población. De hecho, Jaume I, Luis Vives, Bisbe Hervàs y La Milotxa están pidiendo a las familias del alumnado que pongan alguna ayuda adicional en la mochila.
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El resultado de esta iniciativa se traduce en furgonetas que salen cada día del colegio Virgen al Pie de la Cruz con las raciones de comida recién preparada y, además, con agua, fruta, pañales y barras de pan. En estos cuatro primeros días todo esto ha llegado a siete poblaciones afectadas por la DANA. Las localidades que se han beneficiado de esta acción solidaria son Paiporta, Picanya, Benetússer, Massanassa, Aldaia, Sedaví y Catarroja.
«Todos los días sale un poco de todo para cada pueblo, queremos que llegue a todos y para eso también estamos atentos a lo que nos piden», apunta Francés. «Como ejemplo, hoy martes hemos preparado unas raciones especiales para una residencia de mayores de Picanya y, todo ello sin dejar de dar las clases de infantil, primaria y ESO en nuestro centro».
Porque en el colegio la actividad académica no se ha interrumpido, salvo en el puente festivo. Por turnos, es el alumnado de Hostelería el que ayuda a cocinar y el de Electricidad se ocupa del envasado de la comida. A ellos se suman los de Administrativo, que llevan la recepción de los alimentos y su clasificación. Unos y otros trabajan juntos hasta las ocho de la tarde.
La situación se ha hecho tan conocida que empiezan a llegarles ayudas que nunca hubieran imaginado. Los colegios de pueblos de alrededor les mandan materia prima para cocinar. También les está llegando desde Barcelona y, sobre todo, la de la Guardia Civil de Teruel. En ese sentido, el director del colegio remarca que «el sábado llegaron al centro con tres convoyes cargados de materia prima, se cambiaron aquí, cargaron comidas ya elaborada y las llevaron al sur de Valencia. El domingo, más materia prima traída por los propios guardias, volvieron a cambiarse y a transportar».
El responsable del centro educativo tiene claro que van a seguir cocinando mientras sea necesario cubrir la alimentación básica en los pueblos afectados. Para ello cuentan con la ayuda de todos, aunque a veces esa ayuda pueda crear problemas de logística y de menú. «Hemos recibido dieciséis cajones de limones, ¿qué vamos a cocinar para poder aprovechar tal cantidad?». Quizá en este caso echen mano el refranero popular y «si la vida te da limones, haz limonada».
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