Las consultas de familias sin recursos, dependientes y enfermos mentales se disparan en Manises por la pandemia

La pandemia está provocando daños colaterales preocupantes. Así lo muestran los profesionales del departamento de salud de Manises que alertan de un aumento notable de las consultas de trabajo social y salud mental en los centros de Atención Primaria de las localidades enmarcadas en este área de salud. De hecho, en los centros de salud se atendieron en 2021 un 26% más de consultas en trabajo social y un 17% más en salud mental con respecto a 2019.

Esta realidad ha traído consigo durante el pasado año la detección de un nuevo perfil de paciente en estas áreas de salud que antes de la pandemia no eran tan comunes. «La crisis sanitaria ha hecho que familias que tenían una situación económica estable se encuentren ahora con problemas económicos y laborales graves», explica Virginia Pérez, coordinadora de Trabajo Social del departamento de salud de Manises.

Además, otro perfil emergente que los facultativos han detectado en este último año ha sido el de «pacientes de entre 50 y 60 años que eran completamente autónomos y que llevaban una vida saludable que, tras pasar el virus, han comenzado a ser personas completamente dependientes», cuenta la trabajadora social.

Pero eso no es todo. En el área de Salud Mental del departamento reconocen también un aumento en las consultas y diagnósticos derivados de la crisis sanitaria. «Ansiedad y depresión han sido las patologías con las que más nos hemos topado en este último año. Este crecimiento, sobre todo entre gente joven, se debe a la situación de incertidumbre que se ha vivido durante dos últimos años», explican los profesionales.

Ante estas nuevas circunstancias generadas por la pandemia, desde la Unidad de Trabajo Social del departamento «hemos trabajado en la correcta atención y gestión de las circunstancias sociales de las personas enfermas, de sus familias y de su entorno, ayudándoles a enfrentarse a estos cambios y a encontrar el equilibrio entre sus hábitos de vida y la nueva situación», explica la coordinadora de la unidad.

Por ello, «los profesionales de trabajo social hemos trabajado desde una perspectiva integral junto con nuestros compañeros del área de Salud Mental, lo que ha supuesto una actuación que va desde la identificación de las situaciones que conllevan riesgo social, hasta la resolución o derivación de la problemática planteada», concluye la trabajadora social.

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