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Una familia saca el barro de su vivienda en la zona inundada. A. D.
«Nos despertamos asustados por el ruido que era como de un grifo abierto»

«Nos despertamos asustados por el ruido que era como de un grifo abierto»

Estéfano y Amaya, vecinos de les casetes dels Peixcadors de Alboraya, relatan como ha sido la evacuación de la zona, donde el agua ha alcanzado una altura de casi un metro

Ada Dasí

Alboraya

Martes, 22 de marzo 2022, 16:50

Sobre las cinco de la madrugada, la Guardia Civil alertaba a los vecinos de la zona de Alboraya conocida como les Casetes dels Peixcadors, en la desembocadura del barranco del Carraixet, de que debían abandonar sus viviendas por el peligro de inundación. Muchos salieron con lo puesto y acabaron congregándose en la gasolinera de la zona comercial, para refugiarse de la lluvia que caía en esos momentos.

La veintena de casas que pueblan esta zona son todas iguales, con planta baja y un primer piso, además de un pequeño jardín que enfrenta a escasos metros al cauce del barranco y al menos más de la mitad son viviendas habituales. Estéfano y Amaya estaban durmiendo arriba cuando "nos despertamos asustados por un ruido como de un grifo abierto", explican y bajaron la escalera para comprobar que el agua les llegaba ya por la rodilla.

"Intentamos con un cubo ir tirándola a la bañera pero era imposible", comentan, "todo flotaba". Fue entonces cuando la Guardia Civil golpeó su puerta para advertirles de que debían abandonar la vivienda. Cuando fueron a coger el coche de la parte trasera tampoco pudieron "estaba lleno de agua y no arrancaba". Así que acabaron en la gasolinera resguardados, en espera de poder volver a su casa.

Esta no es la primera vez que esta zona sufre una inundación y los vecinos se remiten a 2015, aunque reconocen que es la primera de esta magnitud. "Lo peor de todo es el susto. Menos mal que los álbumes de fotos y los recuerdo los guardo en alto porque ya me pasó la primera vez", apunta Amaya y añade que ahora "toca el trabajo más duro", el de limpiar y quitar el barro.

Limpieza del agua y el barro

Así estaban los vecinos, con escobas, cubos y mochos en mano sin parar de achicar agua y barro. En una de las viviendas estaba Juana, que ayudaba a su hija, junto a su sobrina a limpiar. "Ella no estaba esa noche porque hacía mucho aire y decidió quedarse a dormir en casa su abuela", explica. "Está todo estropeado, muebles, sillones, la nevera, la lavadora... pero lo material no es lo importante", comentaba la propietaria resignándose.

Su vecino, José Antonio se quejaba de lo mismo, "está todo hinchado por el agua" y criticaba la falta de limpieza del barranco. "Antes de la obra de canalización nunca pasaba nada porque era una zona natural", advertía y señalaba que "hace falta mucha limpieza porque esto de ecológico tiene poco", decía señalando hacia al barranco a escasos metros de la puerta de su casa.

Un vecino limpia la zona trasera de su casa. A. D.
Imagen principal - Un vecino limpia la zona trasera de su casa.

Otro de los afectados, José Antonio Corell también hacía referencia a esta "falta de limpieza". "Se tienen que limpiar el barranco cada cinco años y no hemos visto que se haya hecho nunca", reclamaba. José explicaba que "nos ha pillado durmiendo. Mi mujer ha puesto un pie en el suelo y lo ha levantado mojado". Fue entonces cuando se dio cuenta de que el agua le salía por el desagüe de la ducha, "tengo el suelo de la casa a una altura considerable para evitar que me entre el agua", explicaba. Según este vecino, que coincide con el resto, "es la primera vez que pasa algo tan grave".

Y es que esta ocasión el temporal del mar coincidió con un caudal excesivo del barranco del Carraixet de cerca de 34 metros cúbicos por segundo que acabó desbordando y anegando la zona más cercana, incluida la ermita dels Peixets, a la otra parte del cauce.

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