Docentes y familias del instituto de La Patacona de Alboraya exigen el nuevo centro que llevan esperando cuatro años

El claustro de profesores y el AMPA del instituto La Patacona de Alboraya han dicho "basta" a los anuncios de fechas y proyectos que se han incumplido reiteradamente y, en una nueva concentración a las puertas del recinto educativo se han rebelado contra los barracones, que desde hace ocho años funcionan como aulas, exigiendo la construcción del nuevo centro que llevan esperando cuatro años.

A pesar del anuncio de la Conselleria de Educación de la redacción del proyecto y de una partida presupuestaria de 12 millones de euros, profesores y comunidad educativa “nos preocupamos porque esta vez sea la definitiva y el nuevo centro sea una realidad en el menor tiempo posible”, puesto que los alumnos tendrían que estar ya en el nuevo aulario, según la planificación prevista inicialmente.

A esta histórica reivindicación se suma ahora la falta de personal no docente, una plaza en conserjería y otra en administración, para un centro que cuenta con cerca de 800 alumnos y que obliga al profesorado a asumir funciones que no les corresponde. “Tenemos que ayudar porque estamos en pleno proceso de matriculación, acabando la evaluación y sin estar especializados en estas funciones”, explica una de las profesoras.

“El instituto está sobrecargado, sin infraestructuras ni recursos”, añade otra de las asistentes a la concentración. Como muestra, una de las docentes del ciclo de FP de caracterización señala que “no tenemos ni el espacio ni los materiales necesarios y hemos tenido que habilitar un aula en los barracones este curso”.

Entre las reivindicaciones del profesorado también exponen su oposición al cambio de las aulas prefabricadas propuesta por la Conselleria “para montar otras con la misma funcionalidad” que califican de “despropósito” a finales del curso. “Estos barracones están adaptados para aulas específicas como informática o tecnología, y supondría tener que desmontar y montarlo todo”, explican.

Por ello “por dignidad y respeto por nuestro trabajo como docentes, para garantizar el derecho a una educación de calidad, queremos el nuevo centro y lo queremos ya”, concluyen.

Para las familias, la situación es insostenible porque a los problemas de espacio del centro se añaden los problemas para el desplazamiento de los alumnos. Actualmente hay cinco autobuses de la Conselleria que conectan el instituto con el casco urbano de Alboraya, un servicio gratuito para la ESO, educación obligatoria, pero que el resto de alumnado tiene asumir de su bolsillo.

No obstante, como señala el presidente del AMPA, Lluís Orts, el recorrido es de una hora. “Los alumnos tienen que levantarse a las siete de la mañana para llegar a tiempo porque los autobuses no van por el Camí Fondo ya que es muy estrecho, y se desplazan hasta Valencia para ir al centro”, explica. Además, “siempre van llenos y dos días a la semana se queda una veintena de alumnos fuera porque no caben”.

“Hemos solicitado al Ayuntamiento un carril bici pero su respuesta ha sido que utilicen la senda ciclable, que tiene más peligro porque hay que atravesar acequias y es tan estrecha que solo cabe un vehículo”, advierte.

Orts se hace eco de las reivindicaciones de las familias, “el 70% de las aulas del centro están en barracones y llevamos ocho años así”. “Este curso deberían estar ya en aulario nuevo pero todavía ni siquiera han licitado las obras”, apunta. Y es que el centro, construido hace dos décadas, fue diseñado para coger a 350 alunos y en la actualidad con más de 800.

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