

Secciones
Servicios
Destacamos
Balance positivo en las fiestas de este año, donde se ha luchado contra todo, incluso los elementos. Juntas locales de municipios de l'Horta afectados ... por la dana del pasado 29 de octubre destacan el beneficio de las Fallas en la población, necesitada también de una reconstrucción en cuanto a lo social.
Trinidad Sánchez, secretaria de la Junta Local de Benetússer, subraya que se han «cumplido objetivos, hemos podido hacer los actos (a pesar de la lluvia) y este año ha sido todo como con más ganas de disfrutarlas».
Benetússer ha retrasado la ofrenda para el próximo viernes por la noche. «La hemos tenido que posponer por la lluvia pero no queríamos dejar de hacerla de ningún modo», considera. En otras poblaciones de l'Horta, se aprovechó la última jornada antes de la cremà para celebrar los desfiles por las calles.
En Benetússer, las seis comisiones han podido utilizar los casales, subraya. «Después de navidades se agilizó todo porque sabíamos que son fundamentales para las Fallas. Todavía queda mucho trabajo, quitar la humedad incluso, pero se ha avanzado mucho». En cuanto a la respuesta del resto de vecinos, explica que el primer acto «vestidos de falleros lo tuvimos en enero por la fiesta de San Sebastián y vimos a mayores llorando de alegría a ver falleros por las calles con las bandas de música. Estas Fallas se han acogido con muchas ganas porque necesitamos salir hacia adelante y Benetússer es un pueblo muy festero».
José Miguel Salas, presidente de la Junta Local de Albal y también de la comarcal de l'Horta Sud, apunta que la complicación de la dana se ha agravado por las lluvias, aunque con un resultado que consideró satisfactorio. «Por lo demás, el año ha sido bastante positivo, nos ha venido muy bien y nos hacían falta».
La participación ha sido de las más positivas de los últimos años en su opinión y el estado de ánimo en general «bueno, se han dejado incluso de lado las asperezas de la competición y ha brillado la germanor».
Para el responsable de parte de la comarca, «nos estamos regenerando desde todos los ámbitos pero no le damos la importancia que se merece el ámbito social». Cita como ejemplo el proyecto SOM, la falla de Paiporta que se quemará el próximo día 22, donada por la comisión Convento Jerusalén de Valencia. «Lo más importante de esta iniciativa es la participación, es lo que me convenció para colaborar, no es sólo un tema de una ayuda económica, sino regenerar a las personas damnificadas».
Salas explica que al hablar con «cualquier personas de l'Horta Sud, te cuenta enseguida su experiencia en la dana como si la hubiera sufrido anteayer en lugar de hace varios meses. No acaba de limpiarse mentalmente podíamos decirlo. Eso, estos días de Fallas no ha pasado», considera acerca de los beneficios de la fiesta popular por excelencia.
También indica que las comisiones falleras son «esenciales para la regeneración social. Mi círculo social, por ejemplo, se amplió mucho al apuntarme a una falla y lo mismo ocurre a muchas personas. Esto es muy importante», dice sobre la reconstrucción.
«Que el tejido social se reactive es muy importante. Estos días no he escuchado a nadie hablar de la dana a pesar de que vayas por donde vayas hay huellas. En la misma plaza donde está plantada la falla de SOM hay más de una docena de agujeros tapados con arena», señala, al igual que ocurre con los bajos destrozados pendientes de reforma, así como los garajes que no puede ser utilizados por los vecinos.
Jorge Padilla, presidente de la Junta Local de Picanya, destaca que la «reconstrucción más difícil es la de las personas», por lo que relata como un éxito que no se haya visto «disminución del número de personas en los actos salvo por el mal tiempo. Las fallas están contentas con el resultado de la semana porque se ha respondido muy bien».
Destaca que ha costado mucho retomar la actividad. «En Picanya hicimos mesas de trabajo donde nos reuníamos cada semana para adaptar las Fallas a la situación. Hay gente que lo ve una locura y decían cómo hacer una fiesta con todo lo que ha pasado, pero es todo beneficioso. Hasta la gente que no es fallera sale a la calle y desconecta de la rutina, que es sólo barro y reconstrucción».
Cita como ejemplo la presencia de las comisiones de la dana en la plaza de la Virgen, en la Ofrenda a la Mare de Déu. «Vimos a gente emocionada, que agradecía nuestra presencia. De cara al próximo año, señala que hay un «ambiente de tranquilidad» respecto al censo fallero. «El pueblo ha sufrido mucho pero la evolución va bien y la gente no se retrae. Cualquier paso que demos un avance», dice, para insistir en que han sido unas «Fallas normales dentro de la adaptación».
La misa de San José se ha celebrado por ejemplo en una plaza porque la parroquia no está en condiciones, resultó muy afectada por las inundaciones». Eso sí, se han podido utilizar los casales, algo imprescinbible para la cohesión de las comisiones. «Incluso al principio se utilizaron como puntos de reparto de alimentos», recuerda.
En Picanya, la Ofrenda a la Mare de Déu se vio aplazada debido a las lluvias. «Pasaremos (ayer) por un puente que hicieron los militares en apenas unos días porque queremos también rendir hoemaneja a eso», acaba.
En Sedaví, fuentes de la junta local comentan la importancia de que una de las comisiones del municipio, Nou Sedaví, haya podido plantar gracias a las donaciones de ninots recibidas. «No hay habido competición, entregamos un banderín a todas», apuntan al destacar un lema referente a la solidaridad. «Les Falles fan poble», reza.
Este domingo al mediodía harán la Ofrenda a la Mare de Déu, un acto aplazado por la lluvia. A partir de entonces llegará el proceso de conocer las altas y bajas de los falleros. «No parece que vaya a cambiar mucho», consideran, para señalar que las fallas han dejado de cobrar cuotas los últimos meses.
«La gente tiene ganas de estar juntos, como ocurrió después del Covid», dice acerca de un municipio donde un 10% de la población aproximadamente está inscrita en una comisión fallera». Otra muestra de solidaridad, finaliza, es que varias fallas no han cobrado a los comerciantes por aparecer en los llibrets.
Héctor Martínez, presidente en funciones de la Junta Local de Paiporta, comenta que se han celebrado unas Fallas «lo más normal posible. Hemos hecho algunos actos y cada comisión ha hecho lo que ha podido». En su opinión, las Fallas tardarán un par de años en volver a la situación anterior a la dana. Dos comisiones de Paiporta han podido utilizar el casal. «Sabíamos que teníamos que hacer cosas para el pueblo, también para agradecer».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La Unidad de Trasplantes de Valdecilla, premio Cántabro del Año
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.