El chocolate y el rossejat triunfan en la fiesta multitudinaria de Sant Blai en Torrent

Sant Blai ha convertido a Torrent en una explosión festiva multitudinaria, tras la pandemia. La festividad ha recuperado la normalidad y tanto vecinos como visitantes han acudido a la capital de l'Horta Sud para degustar la gastronomía local y mostrar su devoción por el santo.

El chocolate ha sido una de las atracciones más visitadas de las paradas, con la primera edición de la feria dedicada a este producto torrentino y donde se ha podido adquirir diferentes elaboraciones realizadas por empresas de renombre en el sector como Chocolates Rafael Andreu.

También, como manda la tradición el Ayuntamiento ha ofrecido una degustación gratuita del rossejat o cassola de Sant Blai, durante toda la jornada, el plato típico que se suele cocinar coincidiendo con este día tan señalado en la capital de l'Horta Sud. Además, ubicadas en este mismo espacio están las paradas del 'porrat' (frutos secos).

Los gaiatos y santblaiets son otros dos de los productos que no podían faltar en la feria, ni tampoco en los hornos y panaderías locales que se han visto desbordados por la demanda. Como atractivo solidario, la Asociación Adisto ha puesto a la venta trozos de un gaiato gigante de 32 metros a beneficio de 'Solidarios por ti', en el que han colaborado 17 hornos de la ciudad.

Estos productos, junto con el aceite bendecido, se pueden adquirir en la parada de la Cofradía de Sant Blai, a las puertas de la ermita, donde las voluntarias han preparado miles de santblaiets para los que ha utilizado 200 kilos de harina, además de 30 litros de aceite bendecido repartidos en botellitas para ungirse la garganta, como manda la tradición.

La oferta se completa con 1.000 gaiatos que han adquirido en establecimientos de la ciudad, tanto los más típicos de masa de rosquilleta, como los de panquemado. Los beneficios de estas ventas van destinadas a la parroquia, con fines benéficos.

Tampoco han faltado los actos religiosos en honor a Sant Blai. A lo largo de la mañana, los vecinos y visitantes han podido ungirse las gargantas con el aceite del santo en el interior de la iglesia para protegerse contra las enfermedades.

A media mañana, ha tenido lugar el pasacalle de los 49 clavarios y clavariesas de este año, niños menores de siete años, que van vestidos con atuendo de color negro y llevan las medallas de la cofradía colgadas al cuello, para asistir a la misa. A ellos, les acompañan las "tres madres", tres niñas más mayores, y un bebé, como símbolo del milagro del que ha salido la frase "Sant Blai gloriòs, deixa al xiquet i emporta't la tos".

La fiesta culminará esta tarde con una procesión tras la cual se recitará el verso y se harán cantos al gozo y aún se está a tiempo para poder disfrutar de la feria.

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