Seis fincas en Massalfassar también sufren inundaciones como en Bétera y Meliana

Más de un mes es el tiempo que llevan los vecinos de un bloque de la calle Mariano Benlliure con escoba en mano y bombas para achicar el agua que se filtra por las paredes y que inunda el garaje y los trasteros, además de tener inutilizados los ascensores.

Esta situación se repite desde el pasado 3 de mayo que fue cuando el agua entró a borbotones en el sótano debido, en un principio, a las lluvias torrenciales. Pero lejos de solucionarse el problema se ha complicado, especialmente, y como advierten los afectados «los días de riego» de la Real Acequia de Moncada que discurre por las inmediaciones, al igual que ocurre en el municipio de Meliana.

«Los días después del riego bajamos una decena de vecinos a sacar el agua con las escobas, que suele ser los domingos. La tiramos al hueco de los ascensores y desde allí la sacan las bombas», explica uno de los residentes, «pero al día siguiente vuelve a estar igual». Esto implica que no puedan hacer uso de estos elementos en una finca con 29 viviendas, «con gente mayor, una persona con muletas y niños con carritos», como advierten.

También han tenido que recurrir a una empresa especializada con el coste que esto supone para la comunidad. En cuanto a los daños producidos hasta ahora, los residentes comentan que hay tres dedos de agua en una amplia zona concreta, probablemente debido al desnivel, y, aunque pueden entrar los vehículos al garaje, el moho ya sube por las paredes y se cuela en los trasteros.

Por ello los propietarios temen que la situación se haga crónica y pueda acabar afectando a la estructura del edificio y, a pesar de que lo han comunicado el Ayuntamiento, «todavía no hemos recibido respuesta ni han enviado a un técnico para revisar el estado del garaje». «Lo único que nos han dicho es que si entra agua los forjados se hacen más fuertes, cuando creemos que esto no puede ser bueno para el edificio», aseguran y explican su preocupación porque «no sabemos lo que puede pasar».

«Al principio pensábamos que era una tubería que había reventado pero los bomberos que vinieron a sacar el agua nos dijeron que era de manantial por lo que pensamos que puede estar relacionado con la acequia», comentan y, al parecer, no es la única finca que tiene este problema. «Si es al agua es potable habría que detener la fuga porque aquí se están perdiendo litro y litros al día», añaden.

Desde el consistorio, el alcalde, Higinio Yuste explica que desde las lluvias torrenciales hay seis comunidades de propietarios afectadas por todo el municipio y que la empresa suministradora del agua realizó un informe que advierte de que el agua no tiene cloro, por lo que se atribuye la causa al aumento del nivel freático.

Yuste explica que «hemos intentado que las fincas afectadas entraran en el Consorcio por los daños de las lluvias pero no somos nosotros los que debemos solicitarlo sino que depende del mismo organismo».

Lo más importante es que el consistorio va acometer un estudio geotérmico de todo el municipio que determinará cuál es el nivel freático y, además, se instalarán sensores para medir las posibles oscilaciones. «No se pueden realizar impermeabilizaciones hasta que no baje el nivel», advierte.

Del mismo modo, señala que en una situación similar se encuentra el sótano y el hueco del ascensor del polideportivo. Yuste avanza que ya se ha mantenido una reunión con una comunidad afectada y en breve se pondrán en contacto con el resto para informarles.

No obstante, este problema no es ajeno al resto de la comarca de l'Horta Nord y hay fincas en Meliana que sufren estas inundaciones desde hace más de un año y medio, mientras que en otras el problema se ha detectado tras las últimas lluvias como en Massalfassar.

En este caso existen dos informes elaborados por el Ayuntamiento que determina un cúmulo de causas para explicar las filtraciones: el alto nivel freático, la deficiente impermeabilización de los edificios y posibles filtraciones de la Real Acequia de Moncada, que también discurre junto a las fincas afectadas. El consistorio ya se ha puesto en marcha y creado una línea de ayudas dotada con 40.000 euros para las comunidades de propietarios afectadas.

En Bétera, los afectados por el problema de la misma naturaleza han creado una plataforma para afrontar la situación y buscar soluciones.