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ada dasí
Museros
Viernes, 28 de mayo 2021, 00:05
Una finca de Museros vierte las aguas doméstica a la acequia Rol d'Albuixech que recorre su fachada lateral y sigue hasta los campos de cultivo de la huerta. Mientras que dos de los bloques de la manzana, ubicada en la avenida de Barcelona, cuentan con alcantarillado las viviendas del tercero desaguan directamente a esta infraestructura hidráulica.
Los residentes de los pisos que lindan con ella se quejan de los malos olores que tienen que soportar a diario y que les impide abrir las ventanas o incluso salir a la terraza, y alertan del peligro que representa, durante la pandemia, un posible rastro de Covid en estas aguas residuales que van a para a la acequia y siguen hasta la huerta.
"Estamos hartos de vivir con esta situación y de no haber podido disfrutar de la terraza durante el confinamiento porque no podemos salir a causa del mal olor y por temor a la carga viral de las aguas", reconoce una de las vecinas. Los vertidos van y vienen dependiendo del día, salen de una tubería en la fachada lateral y se van acumulando en este pequeño cauce donde se pueden ver restos de todo tipo, incluso acumulación de toallitas.
Esta situación de años ha hecho que algunos de sus vecinos opten por cambiar de domicilio. "Mi hijo se ha tenido que ir porque ya no aguantaba más . Hay veces que el olor es nauseabundo y yo también he tenido que irme en momento puntuales", comenta la misma vecina, quien advierte, además, de que "sufro ansiedad y estoy muy nerviosa a causa de esto".
Tal y como apunta otra residente, "cada vez que sales o entras al patio te encuentras que la acequia, es lo primero que ves y no es nada agradable". Además, relatan que han tenido problemas de roedores, pero "el ayuntamiento lo solucionó instalando un sistema que los ahuyenta", comentan.
El problema, según relatan lo han trasmitido al Ayuntamiento, al Seprona y a la Real Acequia de Moncada, con competencia en esta infraestructura pero que, hasta ahora, "no nos han comunicado nada". Las dos fincas del bloque se edificaron igualmente sin conexión al alcantarillado que tuvieron que asumir los vecinos en 2013, por la quiebra de la empresa constructora y solo queda esta para conectar.
Desde el Ayuntamiento, la alcaldesa, Cristina Civera asegura que el problema está en aras de resolverse. "Es una situación heredada que estamos tratando de resolver pero es un proceso lento", advierte. "El propietario de los bajos está en paradero desconocido y se necesita su permiso para poder realizar la acometida", explica.
Según señala, "aunque no es competencia municipal, el Ayuntamiento ha colaborado con los vecinos afectados para solicitar el permiso y poder acceder, y están dispuestos a asumir la obra", cuya autorización se recibió hace 15 días. Además, durante este tiempo, advierte de que se han abierto expedientes sancionadores por incumplir la ordenanza del uso obligatorio de la red de alcantarillado.
La última revisión del año pasado advertía de las consecuencias adversas para la salud humana y ambiental de los vertidos de aguas residuales a un vía directa de riego que, incluso, pueden infiltrarse en el subsuelo y contaminar acuíferos. Además, el estancamiento también puede provocar que a través de la evaporación acaben contaminando el medio ambiente. Este periódico se ha puesto en contacto con la Real Acequia de Moncada, que tiene las competencias, para recabar información sin haber recibido respuesta.
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