El gobierno local de Puçol se tambalea tras la salida del único concejal de Vox

En el ecuador de la presente legislatura, la salida ayer del concejal de Vox, Alberto de Jesús, del equipo de gobierno de Puçol ha abierto una brecha difícil cerrar. Los populares, que mantienen la alcaldía en manos de Paz Carceller, con seis ediles, se quedan empatados junto a sus otros dos socios, Cs y el Partido de las Urbanizaciones (PURP) con un representante cada uno, con los dos partidos en la oposición, PSPV (5) y Compromís (3) que también suman ocho.

Alberto de Jesús ha ocupado hasta ahora la Concejalía de Asuntos Taurinos que deja en manos de sus ya exsocios, aunque ha anunciado que mantiene el acta de concejal, por lo que pasará a formar parte de la oposición desde donde se ha comprometido a "defender los derechos de los vecinos".

La gota que, según Vox Puçol, ha colmado el vaso es el retraso en la presentación de los presupuestos que "han llegado tarde y mal". De Jesús saca pecho por sus propuestas durante su etapa en el gobierno local "de las que muchas han sido aprobadas en pleno con una clara mejora de la vida de los vecinos". Entre ellas, la bajada del IBI para energías renovables, la señalización inclusiva, la aplicación de la Ley de Banderas en el municipio y el apoyo en los plenos a las víctimas de la violencia en el seno de las familias: mujeres, hombres o niños.

También recuerda, en su despedida, que realizó y coordinó los festejos de 2019, paralizados con el inicio de la pandemia, y que ha dejado encima de la mesa "proyectos como la construcción de unas gradas polivalentes, así como otras estructuras en otros barrios para el mejor desarrollo de los festejos", desde su concejalía.

 

Desde el ejecutivo la alcaldesa, Paz Carceller afirma que esta renuncia llega "antes de que nosotros lo echáramos". "Le íbamos a retirar las competencias porque todas sus pretensiones tenían un interés personal", añade y señala que "ha sido insufrible tenerlo en el gobierno, porque siempre trataba de poner el palo en la rueda".

Para Carceller apunta que "han sido los peores dos años que los que quedan por llegar". Sus palabras son muy duran contra el edil de Vox, al que acusa de "haber hecho más oposición dentro del gobierno que la propia oposición". Respecto al pacto, la primera edil puntualiza que no hay problemas y "seguiré gobernando como hasta ahora con transparencia y las puertas abiertas, llegando a consensos como hemos conseguido hasta ahora".

Que las cosas no iban bien dentro del ejecutivo parece ser que era un secreto a voces para los dos partidos de izquierdas. En algunos plenos ya se había puesto sobre la mesa las discrepancias con Vox, que no ocultaba su ideología respecto a temas como la Igualdad, el día de la Mujer o la presencia de banderas en el bacón del consistorio, con recriminaciones a sus socios.

La relación de Alberto de Jesús con PSPV y Compromís tampoco son las más idóneas para plantearse llegar a acuerdos. El edil de Vox criticó duramente a los socialistas por no condenar los ataques que sufrió un partido político durante la pasada campaña electoral de Cataluña y a Compromís lo tacha de "pancatalanista".