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Simion Stamati, a la puerta de su casa. Iván Arlandis
«Grito de dolor cada vez que tengo que subir a casa»

«Grito de dolor cada vez que tengo que subir a casa»

Simion, con una discapacidad del 72%, vive en Mislata en un quinto piso sin ascensor y reclama una solución a su problema

Manuel García

Mislata

Jueves, 25 de mayo 2023, 18:09

El mero hecho de hablar para contar el problema que está padeciendo desde hace varios años ya le cuesta y el esfuerzo le entrecorta la voz. Simion Stamati tiene 65 años. Originario de Chisinau, la capital de Moldavia, lleva más de 20 años residiendo en la Comunitat y cada día que quiere salir de casa ha de hacer frente a un grave problema. Vive en un quinto piso sin ascensor en la localidad de Mislata. De este modo, cada vez que ha de subir a su domicilio o salir de él respira hondo, coge sus muletas y, poco a poco, inicia lo que para él es todo un auténtico calvario: "Subo sofocado y gritando de dolor. Los vecinos me oyen cómo me quejo", relata. En ocasiones cuenta con la ayuda de un amigo ucraniano, pero eso no es óbice para que le duelan los pies y todo el cuerpo para ir superando unos escalones que para él nunca parecen acabarse.

Y es que Simion tiene reconocida una discapacidad del 72%. Años de trabajo en la realización de tabiquería de gran formato, "un trabajo muy duro", y varios accidentes laborales ejerciendo su profesión, han provocado que haya llegado a una situación de deterioro de su estado de salud. Además, también ha sufrido un ictus que le dificulta su día a día. Con nostalgia aunque también recordando lo dura que era esta labor, este vecino muestra algunas de las imágenes en las que se le puede ver con algunos años menos efectuando su labor, que requería de grandes esfuerzos, trabajo que le ha dejado secuelas que arrastra hoy en día y que es consciente de que deberá seguir soportando en el futuro.

Simion vive solo en la localidad de l'Horta. Su hija y sus nietos permanecen en Moldavia. Recientemente acudió al Ayuntamiento de la localidad para solicitar una solución pero nada se ha movido hasta el momento: "Me dicen que no se puede instalar un ascensor por las características de la finca. Además, tampoco se puede colocar un ascensor exterior" y la opción de una silla mecanizada que le ayude a salvar las cinco plantas tampoco es posible.

Aunque no tiene alquiler que pagar porque la vivienda en la que reside ya es de su propiedad, con su pensión de alrededor de 775 euros ha de hacer frente a los gastos de la vida diaria y a las medicinas y complejos vitamínicos que ha de tomar para poder soportar los dolores derivados de su estado de salud, complicado debido al duro trabajo que hizo durante años.

Descarta volver a su país y no duda dónde quiere pasar el resto de su existencia: "Me quedo aquí para toda la vida. No podría soportar los inviernos de Moldavia con 20 grados bajo cero. Eso sería muy malo para mi enfermedad".

Pero insiste en pedir ayuda para lograr una solución y que su pesadilla acabe cuanto antes. Descarta por el momento mudarse a otra casa con ascensor ya que carece de posibilidades económicas para ello, por lo que cifra sus esperanzas en que se pueda ejecutar una obra que le haga algo más llevadera la entrada y la salida de su domicilio.

Fuentes del Ayuntamiento de Mislata han explicado que cuando Simion acudió al Consistorio para relatar lo que le ocurre se le expusieron todas las opciones, que pasan por que la comunidad de propietarios acuerde el inicio del proyecto: "Cuando lo presenten se le aprobará", han apuntado desde el Ayuntamiento, quienes se mostraron dispuestos a colaborar en lo que esté en su mano pero remarcaron que es la comunidad de vecinos la que ha de dar el primer paso para que este vecino tenga muchas menos dificultades a la hora de acceder a su casa.

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