El Hort de les Palmes y el Motor de Giner pasan a ser patrimonio de Picanya

El Hort de les Palmes y el Motor de Giner de Picanya se suman al patrimonio local después de que el Ayuntamiento haya llegado a un acuerdo con los propietarios para su adquisición. Los dos inmuebles, tanto el principal como el motor, forman parte del conjunto histórico del Hort de les Palmes, que data de mediados del siglo XIX.

En el edificio principal destacan los dos torreones de la vivienda destinados a los propietarios y un segundo cuerpo destinado a los huéspedes. Respecto al Motor de Giner, aunque históricamente no pertenecía al huerto, desde las afueras del núcleo urbano de Picanya, abastecía de agua la explotación agrícola.

Una vez se complete el proceso de compra, y en el momento se disponga de los medios necesarios, el objetivo del Consistorio es garantizar la conservación y mantenimiento, y su rehabilitación para formar parte de los recursos socioculturales de la localidad.

El año pasado se puso en valor el Hort de les Palmes, que albergó durante la Guerra Civil la sección femenina de la Residencia de Estudiantes de Madrid de libre enseñanza de la República, como se desprende de la investigación realizada por el profesor y escritor Wilson Ferrús en su obra 'Modernes, lliures i preparades. El Grup femení de la Residència d'Estudiants de Madrid en temps de guerra: l'Hort de les Palmes de Picanya'.

A principios del año pasado, la Conselleria de Participación y Transparencia inauguraba un monolito de memoria histórica en este espacio en el que se reconoce la importancia que tuvo durante este periodo de la historia de España.

En su libro, Ferrús define el Hort de les Palmes como "una propiedad al medio de la huerta con numerosas anegadas de naranjos y de tierra para realizar los ensayos prácticos de apicultura que practicaban y poder realizar cultivos agrícolas. Dotada también de un gran establo donde realizar las prácticas de avicultura y cunicultura programadas. Además de un pequeño jardín para poder impartir clases al aire libre y cultivar y observar las flores y las plantas".

De este modo, el Consistorio cumple con una reivindicación vecinal, avalada por diversos colectivos, que se presentó como propuesta en los presupuestos participativos de la Generalitat Valenciana, donde se proponía su compra para destinarlo a un uso social. En ella se explicaba que se trata de "una masía monumental que recuerda el pasado de la huerta de Valencia, siendo un punto de referencia arquitectónica sobre las construcciones tradicionales valencianas".

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