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Ada Dasí
Horta Nord
Viernes, 20 de mayo 2022, 18:52
La Confederación Hidrográfica del Júcar ha empezado a reparar la pared del barraco del Caraixet a su paso por Bonrepòs que se derrumbó, junto a la vía de servicio ubicada al lado de los antiguos cuarteles, durante las últimas lluvias y que también afectó a una acequia que pertenece a la depuradora de Alboraya. Las máquinas han comenzado a retirar el barro y los restos acumulados en la cauce para después, reconstruir el muro y asegurarlo para que no vuelva a ocurrir.
Los trabajos han dado inicio después de que la alcaldesa, Raquel Ramiro, se reuniera el lunes con el presidente de la CHJ, en una visita que ya estaba concertada previamente al derrumbe, y le informó sobre la necesidad de una actuación de urgencia sobre la zona. La inestabilidad del camino ya se había comunicado a la autoridad como apunta Ramiro, hacía más de dos semanas cuando se remitió un documento alertando de las grietas y movimientos de tierra y se había precintado por la Policía Local para evitar el paso. Hacía apenas unos días que los técnicos de la CHJ lo habían revisado.
De hecho los vecinos confirman que no era la primera vez que se cerraba esta vía de servicio que se suele utilizar para atajar hasta la Carretera de Barcelona, pasear o ir en bici, y critican el "abandono del cuartel y de las vías accesorias".
La alcaldesa aprovechó la ocasión para trasladarle al responsable de la CHJ "la preocupación por la falta de limpieza del barranco" y ha conseguido el compromiso de que se actuará sobre él. Además, también le ha transmitido la intención de convertir el camino que ahora ha quedado impracticable en una ruta peatonal, ya que es frecuentado por los vecinos para pasear e ir en bici.
Los destrozos del temporal y las lluvias también se dejaron sentir al otro lado del barranco en Tavernes Blanques. La ermita de la Virgen de los Desamparados, delante del cementerio de los ajusticiados, fue alcanzada por un rayo que provocó la caída de una parte de su espadaña.
Este viernes la cofradía encargada del inmueble ha retirado los escombros que cayeron sobre el jardín exterior que da la carretera, aunque todavía no han valorado los daños producidos en la fachada de esta histórica edificación. De momento, el recinto permanece precintado.
Su historia arranca por una orden del Consell de la Ciutat de 1400 por la que se ordena sean enterrados en este lugar los llamados "desamparados", según afirman los historiadores Orellana y el marqués de Cruilles en su Guía de Valencia. La Cofradía de la Virgen en el años 1416 se hace cargo del cementerio en el que dan sepultura a las personas que fallecen en la calle y en centros asistenciales sin familia.
En el año 1447 la cofradía levanta la ermita sobre el antiguo cementerio. El actual ermitorio data de 1940 y está levantado sobre el antiguo cementerio y ermita primitiva. Sin embargo, la Cofradía de la Virgen era la encargada de la piadosa tarea de asistir también a los condenados y dar sepultura a sus cuerpos en un pequeño cementerio, situado frente a ella.
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