Libros solidarios desde La Rioja

¿Cómo podemos colaborar más con Valencia? Esa fue la pregunta que lanzó Fundación Caja Rioja a la Casa de Valencia en La Rioja, según recuerda la presidenta de la segunda entidad, Mar Luna. Ese interrogante ha tenido como respuesta la donación de unos 4.000 libros para la biblioteca del barrio Orba (también llamado Parque Alcosa) en el municipio de Alfafar.

Luna, residente en Logroño desde 2001, nació en uno de los pueblos más castigados por la dana del pasado 29 de octubre. Tenía muy claro desde el principio que quería contribuir a la reconstrucción de la biblioteca, que quedó completamente arrasada por las inundaciones.

«Está en un sótano, con lo que te puedes imaginar», dice acerca de un espacio fundamental en un barrio popular de familias trabajadoras. Voluntarios de la Casa de Valencia, además de otras casas regionales y la Fundación Caja La Rioja se unieron poco después de la dana en acciones solidarias para los damnificados.

La respuesta de los vecinos de Logroño fue muy positiva. La fundación aprovechó una exposición llamada «La magia de los pequeños detalles», una muestra de casas en miniatura que finalizó a mediados de enero, para hacer un llamamiento de recogida de libros de todo tipo.

Fuentes de la entidad señalan que apenas se ha hecho cribado y casi todos los ejemplares han servido. Luna precisa que la intención fue fomentar las donaciones de libros infantiles y juveniles, además de diccionarios. Cualquier recurso que sirva para la formación de los más jóvenes, aunque también hay libros para mayores, novelas de todo tipo. «Sabemos que a los lectores de mayor edad les gusta leer en papel», comenta. Incluso han recibido alguna enciclopedia.

Los 4.000 libros fueron empaquetados por personal de la fundación y voluntarios, para ser trasladados a Alfafar. «Tuvimos que hacer varios viajes en furgoneta», indica la presidenta de la casa regional. Ahora están guardados a buen recaudo en un almacén del municipio de l'Horta.

Esto se debe a que la biblioteca no ha sido reconstruida. Tampoco hay plazos conocidos ni comunicación con el ayuntamiento, lamenta Luna. Lo que sí tiene claro es que debe ser para el barrio Orba, un trozo de Alfafar enclavado entre Benetússer y Massanassa, que resultó muy dañado por las inundaciones.

La presidenta, nacida en esa zona, visita con frecuencia Alfafar. Estuvo en noviembre, poco después de las inundaciones, y hace poco. Su impresión es que «está peor de lo que pensaba», con la esperanza de que la reconstrucción hubiera ido más rápida. La próxima semana volverá para pasar las Fallas en familia, con la esperanza de tener noticias de la reforma del local.

Desde la fundación comentan la importancia de este equipamiento, al actuar también como centro de reunión para los mayores. La Casa del Libro en Logroño, resalta Luna por último, se unió también al proyecto con la entrega de volúmenes.

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