Manises inicia las obras para convertir la antigua estación de Renfe en oficina de turismo

El antiguo edificio de la estación de Renfe de Manises, en desuso desde que se cerró la línea de cercanías Valencia-Riba-roja en 2005, ha empezado su reconversión en la oficina de turismo municipal. Tras cuatro años de su cesión al municipio por parte de FGV y la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas, el Ayuntamiento ha iniciado las obras para recuperarlo y darle esta nueva utilidad con una inversión de cerca de 550.000 euros.

Actualmente, el oficina está ubicada en el edificio El Arte, por lo que tras la rehabilitación de la antigua estación ganará en espacio y ocupará un lugar mucho más visible, junto a la parada de metro de Manises, con el objetivo de fomentar el turismo en el municipio.

El concejal de Urbanismo, Rafael Mercader, ha explicado que “con esta actuación conseguimos dos objetivos: rehabilitar un edificio emblemático para la historia del municipio y situar la nueva oficina de turismo en un punto estratégico de la ciudad para la atención de los visitantes”.

Por su parte, el edil de Hacienda y Turismo, Àngel Mora, ha mostrado su satisfacción por que vea por fin la luz. “Llevamos mucho de tiempo trabajando en este proyecto, que supone una gran inversión para el ayuntamiento, y esperamos que las obras transcurran con normalidad para poder disfrutar pronto del nuevo edificio, que seguro que servirá para impulsar el turismo en nuestra ciudad".

Las obras consisten en la rehabilitación del edificio y el acondicionamiento de la planta baja como nueva oficina de turismo, más moderna y con más servicios. En la planta alta se ubicará una sala multifuncional para llevar a cabo exposiciones y otras actividades.

La estación, que tiene un gran valor histórico-social, artístico, arquitectónico y territorial, es un edificio rectangular de dos plantas, con una superficie construida de 305 metros cuadrados por planta y conformado con obra de fábrica de baldosa y masonería y fachada lucida. La decoración cerámica data de 1974 con revestimientos de azulejería manisera en diferentes puntos y un zócalo que recorre exteriormente todo el edificio con murales cerámicos que hacen referencia al ferrocarril.

La planta baja alojaba un amplio vestíbulo donde se encontraba la sala de espera, las taquillas, el almacén y el gabinete de circulación, mientras que la superior estaba destinada a la vivienda de los ferroviarios que trabajaban allí. El origen del inmueble se remonta a la inauguración del tramo de València-Manises en 1889, dentro de la línea de ferrocarril de València-Llíria.

El emblemático edificio de la estación de Renfe de Manises fue cedido al Ayuntamiento en 2018 en un acuerdo firmado con la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas y Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), en el que se especificaba que sería el consistorio el encargado de llevar a cabo las obras de rehabilitación y acondicionamiento.

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