Un muro frente al monasterio del Puig

Una denuncia de un vecino ha sido la que ha iniciado este proceso que ha generado también opiniones contrarias al muro en las redes sociales al considerar que, además de la cuestión legal, que no es baladí, se ha generado un obstáculo visual considerable.

En agosto, la alcaldesa de El Puig de Santa María, Luisa Salvador y Marc Oriola, concejal de Urbanismo, autorizaron la construcción de este mural de hormigón en la explanada este, junto a la rampa de acceso al monasterio. El Monasterio de El Puig de Santa María es un Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento, y por tanto, el bien inmueble y su entorno gozan de una especial protección. Así, el Monasterio y su entorno disponen de un plan especial de protección que exige una autorización previa de la Conselleria de Cultura y Patrimonio con anterioridad a la realización de cualquier obra o intervención urbanística. Además, en la parcela este, donde se ubica el mural de hormigón construido, exclusivamente se pueden realizar intervenciones de conservación, por lo que quedan prohibidas las obras e intervenciones urbanísticas que afecten a la contemplación y visual del monasterio.

Por otro lado, la ley de 1998 del Patrimonio Cultural Valenciano también es clara al respecto, ya que su artículo 35.1.b) exige una autorización previa de la Conselleria de Cultura y Patrimonio para la realización de actuaciones de urbanización de los espacios públicos que sobrepasen su mera conservación y/o reposición, y la instalación de antenas y dispositivos de comunicación.

Asimismo, en su artículo 38.1. e) prohíbe la colocación de rótulos y carteles publicitarios, conducciones aparentes y elementos impropios en los espacios etnológicos, jardines históricos y en las fachadas y cubiertas de los monumentos, así como de aquellos elementos que menoscaben o impidan su adecuada apreciación o contemplación.

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Además, el artículo 39.3.e) señala que ninguna intervención podrá alterar el carácter arquitectónico y paisajístico de la zona ni perturbar la contemplación del bien de interés cultural. El mural fue inaugurado en octubre sin que Salvador ni Oriola recibieran por escrito ningún tipo de autorización de la Conselleria de Cultura y Patrimonio, «autorización que, sin duda, hubiera sido denegada al estar prohibida su construcción en esa zona por el plan de protección del Monasterio y su entorno y por la ley», han recordado los denunciantes.

El concejal Marc Oriola ha explicado que se pusieron en contacto telefónico con la Conselleria de Cultura «y nos dijeron que como no había que realizar ningún tipo de excavación no había problema». El edil ha agregado que les pidieron que les enviaran la documentación e imágenes, «cosa que ya hemos hecho» sin que, por el momento, según Oriola, la Conselleria les haya respondido.