Nuevo pulso vecinal en Godella para defender la Torreta del Pirata del desarrollo urbanístico que ya está en marcha

Una nueva concentración vecinal, organizada para el próximo domingo contra el proyecto urbanístico que afecta a la Torreta del Pirata de Godella, vuelve a poner de relieve el pulso que mantienen el Ayuntamiento y los defensores del paraje frente a la construcción de más de 400 viviendas.

El enfrentamiento entre ambas partes ha llevado al equipo de gobierno a interponen una denuncia por los insultos y amenazas recibidos tras dar el visto bueno a la aprobación del PAI, cuyas obras ya están en marcha. Esta misma semana, algunos de los miembros de los colectivos y plataformas vecinales han declarado ante la Policía Nacional de Burjassot que investiga los hechos.

Desde los colectivos señalan que el ejecutivo trata de "criminalizar a los vecinos por mostrar su descontento" y hacen un llamamiento a la crítica constructiva y al no uso de violencia. Al mismo tiempo califican de violencia "privar de este espacio a los vecinos" y advierten de "la violencia administrativa sistemática que está ejerciendo el Ayuntamiento en todo el proceso de tramitación de este PAI".

En este sentido recuerdan "que notificaron las alegaciones el día antes de que entraran las máquinas y que no han aplicado ni una sola medida correctora de las más de 400 alegaciones recibidas". "Criticar la gestión y las decisiones políticas forma parte de la libertad de expresión amparada por la Constitución y es parte fundamental del control de las administraciones para que no se sucedan abusos, por un ejercicio del poder inadecuado", añaden y señalan que "desde el Ayuntamiento se negó la posibilidad de que los vecinos decidiéramos incluso cuando se les entregaron miles de firmas pidiéndoselo".

"Desde el convencimiento de que el futuro de nuestro pueblo pasa por defender nuestra naturaleza, instamos a los vecinos a ejercer sus derechos desde el respeto y al ayuntamiento a ejercer el poder con responsabilidad y sabiendo que gobierna para los vecinos y no contra ellos", concluyen.

En este sentido, el pasado domingo, cerca de medio millar de personas rodearon con una cadena humana la zona para protestar contra el vallado perimetral, el desbroce con maquinaria pesada y la tala de árboles de gran porte con el uso de motosierras.

Las máquinas entraron en el sector 31-32 hace dos semanas lo que supuso "el comienzo de la destrucción del paraje", como señalan. El movimiento vecinal apunta que el agente urbanizador "cuenta con subcontratas que están prohibidas en este tipo de obras, pero el Ayuntamiento no ha aclarado aún cómo es esto posible".

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