Las peñas taurinas de Silla inician la lucha por la vuelta del bou embolat y en corda

Las peñas taurinas de Silla han echado un pulso al Ayuntamiento para el retorno del bou embolat y en corda que se prohibió tras una consulta popular en 2016 y que también redujo de ocho a seis los días de celebración de estos festejos. La recogida de firmas ha sido el instrumento escogido para obligar al consistorio a repetir el referéndum y conseguir la vuelta de la semana taurina tal y como se hacía tradicionalmente.

Las cuatro entidades locales se encuentran inmersas en los festejos y no será difícil cumplir las expectativas de recoger hasta 3.000 rúbricas, como señala el presidente de El xiquet de la farola, Jonathan Guillem. "En solo dos días ya hemos conseguido 150", asegura. En estas seis jornadas, los actos se reducen a entradas de toros y vaquillas, concurso de recortadores y desafíos de ganaderías, además de corretones para el público infantil.

Pero los aficionados echan en falta las noches del bou embolat y el bou en corda. "No es normal que en otros municipios vecinos como Picassent, Beniparrell y Alcàsser se puedan hacer y aquí no. Quien no quiera verlo no tiene porque venir", comenta Jonathan. A esta reivindicación se suma el recorte de la duración que obliga a las peñas a tener que trasladar las casetas de una zona a otro del pueblo en un espacio de tiempo más corto por el cambio del recorrido.

"Es una tradición muy arraigada", apunta el presidente de la peña y como muestra advierte de las colas que se formaron el pasado martes en el homenaje al torero de Silla, Vicente Luis Murcia por los 50 años desde que tomó la alternativa, que llenó la plaza con un aforo de 1.500 personas y dejó a un nutrido grupo sin poder entrar.

Las peñas critican el sistema empleado para el recuento de votos que se utilizó en 2016 cuando se decidió el cambio en los festejos taurinos. En esa primera consulta ciudadana del municipio votaron 4.164 vecinos, un 27% del censo de los mayores de 16 años.

A pesar de que el resultado fue muy ajustado, los vecinos decidieron que no se volvieran a celebrar ni el 'bou en corda' ni el 'embolat', con un 52% de votos frente al 46% en ambos casos.

En cambio, se salvaron las entradas de toros y vaquillas con el apoyo de un 70% de los participantes que aprobaron esta modalidad frente al cerca del 28%, mientras que los días de festejos se redujeron de 8 a 6. Respecto al coste de la plaza de toros se decidió que tendrían que asumirlo el ayuntamiento y las peñas taurinas en proporción al uso que le den.

Desde el Ayuntamiento, el alcalde Vicente Zaragozá explica que "la decisión se tomó en su momento de manera democrática y no vamos a cambiarla" pero advierte de que "una regla se puede cambiar por otra si está de acuerdo la mayoría". Por lo que el primer edil sostiene que los aficionados taurinos "están en su derecho" de presentar las firmas para sacar el debate de nuevo a las calles.

Según el reglamento de participación ciudadana municipal, las peñas ya habrían alcanzado el centenar de apoyos necesario para abrir otro proceso participativo. "Es el procedimiento adecuado y si es necesario se volverá a plantear y el resultado tendrá que acatarse", añade el primer edil.

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