Picassent recuperará la presa de Gramassada y la acequia de les Fonts

De nuevo fueron las lluvias las que sacaron a la luz hace unos meses una parte de la presa que permanecía oculta por la vegetación. Un vecino de la localidad, Juan Sastre, en sus investigaciones sobre la trashumancia, descubrió en los últimos meses varios restos de interés en la inmediaciones, entre ellos un atanor cerámico, es decir un conducto que servía para unir las conducciones.

En 2017 también informaba sobre la aparición de tres segmentos de columnas, una de ellas con restos de argamasa alrededor, y que han sido debidamente documentados.

El Ayuntamiento está unificando criterios con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), con competencias en los cauces, para iniciar actuaciones «que no solo contemplen la restauración arqueológica sino también hidráulica», como explica la concejala de Urbanismo, Lola Albert.

Por ello se busca la colaboración de la CHJ que está llevando a cabo la restauración del barranco de Picassent con la eliminación de la caña invasora, a través de la instalación de malla geotextil, y la limpieza del cauce. «Nuestra intención es unir todas las actuaciones y buscar fondos europeos que, junto a fondos propios, nos permitan acometerlas«, apunta Albert.

Y es que, además de recuperar su sistema de regadío, una vez puesto en valor supondrá un atractivo turístico añadido como ya ha pasado en la localidad vecina de Torrent con la ruta del Reg Mil.lenari que recorre todos los elementos hidráulicos de la capital de l'Horta Sud.

El proyecto de recuperación enlazará con la propuesta que desarrolla la Concejalía de Cultura 'Bategant Picassent' a través de la cual se ha previsto geolocalizar cualquier espacio o edificio de interés mediante códigos QR y unirlos con itinerarios urbanos o medio ambientales.

Actualmente el municipio cuenta con tres senderos, aunque el más popular es el que une el barranco con el Clot de les Tortugues y que de un tiempo a esta parte ha experimentado un auge de visitantes, como señala el concejal del área, Jaume Sobrevela. Quizás por la tendencia a buscar espacios naturales por los que pasear o hacer deporte y por su ubicación estratégica, cerca de la capital, «Picassent está de moda», apunta el edil.

En esta línea, se identificarán elementos patrimoniales como el refugio antiaéreo de la Guerra Civil que apareció durante las obras de la explanada de la Ermita, la Torre Espioca, que se ha rehabilitado, la cueva del águila o el refugio de pastores que también se ha protegido. «El objetivo es ir documentando cada espacio con interés turístico de todo tipo, arqueológico, cultural o medio ambiental, a través de las nuevas tecnologías», puntualiza Sobrevela.

El responsable del área de Cultura avanza que se va a solicitar a la Generalitat la creación de una Oficina de Turismo para promocionar el atractivo de este municipio de l'Horta Sud. «De este modo, se pueden unir las rutas medioambientales con la gastronomía típica y el comercio local como herramienta que sirva para la revitalización económica», añade.