El popular Agustín Aliaga, nuevo alcalde de Rocafort

Los vecinos de Rocafort ya cuentan con nuevo alcalde. Con siete votos a favor, el popular Agustín Aliaga obtuvo ayer la mayoría absoluta y se convirtió en munícipe, algo que logró gracias al apoyo de Ciudadanos y Vox, quienes junto al PP tenían un pacto desde el comienzo de la legislatura en 2019. El acuerdo permitió a Guillermo José Gimeno, de Ciudadanos obtener la vara de mando durante los dos primeros años de gobierno para cedérsela posteriormente a Aliaga.

La salida de Gimeno provocó que el cargo pasar a manos de Rosario Marco, quien hasta ayer se convertiría en la máxima representante municipal. Por su parte, la candidata socialista, Julia Cañizares, mantuvo los cinco votos que obtuvo en 2019, una mayoría simple que de no haber habido acuerdo le hubieran permitido el poder.

Según explicó Marco, la celebración del pleno extraordinario se alargó hasta el máximo que permite la ley para que los trabajadores municipales pudieran cobrar a tiempo, pues la alcaldesa en funciones aseguró que la sesión estaba prevista para principios de semana, algo que hubiera derivado en la demora del ingreso de la nómina hasta la primera semana de septiembre debido al traspaso del cargo. A este argumento se le añade la celebración de los actos falleros programados para la semana que viene y que necesitaban la redacción de los informes pertinentes por parte de los técnicos, para así «dejar todo cerrado».

Además, Marco también quiso destacar la «expectación» de la elección del nuevo alcalde por parte de la ciudadanía, aunque la pandemia ya había aumentado el seguimiento de la actividad municipal, lo que se traduce en el incremento de visualizaciones de los plenos, retransmitidos a través de las redes sociales, y una mayor implicación ciudadana en general.

Desde el gobierno municipal, formado por los tres partidos, declararon a través de un comunicado que «reafirmamos nuestro compromiso» y destacaron la unanimidad lograda en el presupuesto «por primera vez en la historia». Sin embargo, también hubo espacio para admitir que el trabajo realizado «se ha visto empañado últimamente por algunas discrepancias», por lo que aprovecharon el escrito para pedir disculpas a los vecinos por «si nuestras diferencias han podido generar incertidumbre». No obstante, aclararon que «estas divergencias nunca han repercutido negativamente en la gestión del municipio».

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