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Ada Dasí
Alfafar
Jueves, 13 de octubre 2022, 23:13
Si ya es un problema tener que cruzar a diario las vías del tren, la contaminación acústica que sufren los vecinos de Alfafar por la infraestructura ferroviaria que divide al municipio no es para menos. La situación se ha agravado, según comentan, tras el accidente que se cobró la vida de un vecino mientras cruzaba por el paso a nivel el pasado mes de junio.
Las quejas "de siempre" por los pitidos del tren, de los que ya se realizaron mediciones y el consistorio reclamó ante Adif, son ahora un clamor popular. "Comienzan a pitar desde antes de llegar a la estación", señala una de las residentes cercanas, "es insoportable y todo el día igual", a pesar de que están más que acostumbrados al paso continuo de los convoyes.
Los residentes creen que el accidente que se produjo por un descuido de la víctima ha hecho que los conductores sean mucho más precavidos y utilicen más el claxon para advertir del paso del tren y, aunque sea motivo de mayor seguridad, también aumenta la "ansiedad" que genera entre la población. "Ya te despiertas sobre las siete de la mañana con los pitidos y a lo largo del día son continuos cada 10 o 15 minutos", señala otro vecino afectado. Y es que por el medio de la población llegan a pasar más de 400 trenes a diario.
Según las mediciones de este vecino, "el 95% de ellos hace sonar el claxon y el 10% utiliza el silbato que es "mucho más suave", sobre todo por la noche. Luego están lo que no se conforman con un solo "pip corto" y "suenan como las sirenas de un barco", la mayoría mercancías, que son los que causan las molestias que denuncian. "Debe ser ilegal que suenen así dentro del casco urbano", comenta.
Si bien es cierto que en verano, con las ventanas abiertas, el sonido es más insoportable, tampoco se alivia en esta época del año y la situación es tal que algunos vecinos se han planteado buscar casa en otro lugar apartado de las vías, algo que no puede permitirse la gran mayoría. Además, con el inconveniente de que antes, necesitan vender el piso donde residen devaluado por la infraestructura ferroviaria.
En esta tesitura y descartando un lejano soterramiento futuro, los vecinos se preguntan si no era tan mala idea el proyecto de instalación de pantallas acústicas propuesto por Adif y que los ayuntamientos de los municipios afectados echaron para atrás.
Alfafar fue uno de los que lideró el movimiento en contra de los muros metálicos de cinco metros propuestos en el proyecto para disminuir la contaminación acústica al considerarlo "un parche más" y una medida que "excluye" la histórica reivindicación del soterramiento de las vías.
El consistorio solo acepta como alternativa esta medida y centra sus esfuerzos en acabar con el paso a nivel, uno de los más peligrosos de España, que divide al municipio desde hace tres décadas.
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