«A las seis de la mañana ya estábamos en contacto por Telegram»

«Nos aseguraron que tras el desastre del primer día, el transporte ya estaba organizado. A las seis de la mañana las familias ya estábamos en contacto, pero el servicio no ha funcionado correctamente» explican Javier y Noelia, presidente y secretaria del AMPA La Encarnación de Torrent, uno de los centros de educación especial afectados por el caos en el servicio de transporte en el primer día de la vuelta al cole y que se ha vuelto a repetir en la segunda jornada escolar.

Al centro La Encarnación acuden 130 estudiantes con necesidades especiales, de los que 113 se benefician del transporte escolar, distribuido en diferentes rutas y en seis autobuses que recogen al alumnado de la comarca de l'Horta y de la Ribera. «Una semana antes del inicio de las clases mandamos un correo advirtiendo de las necesidades del alumnado, porque mucho del alumnado es motorizado, es decir, en silla de ruedas, y la empresa tiene que adaptar esos vehículos para que los alumnos puedan subir» explica el director del centro Joan Pastor, quien aclara que al tratarse de un servicio complementario no lo gestiona el centro directamente.

Sin embargo, ni adaptación, ni puntualidad, ni certidumbre. Las familias acudieron en la mañana del martes a las paradas de autobús y de los seis autobuses que prestan servicio al centro sólo se han puesto en marcha tres, y a las 9.20 horas sólo había llegado a su destino uno de los vehículos. Todo ello sin además contar con la adaptación necesaria para los usuarios motorizados en sillas de ruedas, por lo que las familias han tenido que recurrir a llevarlos en medios propios o no acudir al centro.

Desde el AMPA reclaman una solución urgente «porque al final la empresa no es la responsable final, es la Consellería de Educación que es la que licita el contrato y la que tiene que estar pendiente de que se cumpla. Ya el primer día los padres nos tuvimos que organizar para traer a los niños como pudimos y algunos se tuvieron que quedar en casa» explican desde el AMPA y «el segundo día nos confirman de que no va haber ningún problema, y no está arreglado, siete familias que no han podido hacer uso adaptado del autobús y tres de líneas que han hecho la ida, no han asegurado la vuelta, con lo cual han dicho que estemos pendientes del mensaje del grupo de Telegram del colegio, por si tienen que estar. Una locura», denuncian.

Al mediodía las familias recibían un mensaje de Telegram para dar indicaciones de la recogida del alumnado, en el que finalmente regresaron 3 de los 6 autobuses de regreso a casa, en el que únicamente 9 alumnos pudieron subirse por no estar adaptados. En la segunda jornada, 40 familias todavía no han iniciado el curso.

Un problema que se amplifica con las particularidades de cada familia. «Mi hija tiene una discapacidad severa. Soy madre de dos niños más en edad escolar también y me coinciden los horarios. Además, tengo un problema de cadera bastante importante y tengo que subir, bajar, montar y desmontar el carro todos los días, mañana y tarde, no puedo. Se supone que van al colegio con unas condiciones y entre ellas está el autobús escolar y si el autobús escolar falla pues ya no se están cumpliendo las condiciones con las que los niños entran al colegio», relata una de las madres afectadas, mientras que otra cuenta que «mi hijo tiene una discapacidad de un 73% y aparte tiene movilidad reducida. Nosotros nada más que disponemos de un vehículo en casa que utiliza mi marido para ir a trabajar con horarios incompatibles con la entrada y salida del cole. Vivimos en el Barrio del Cristo de Quart de Poblet y mi hijo no está pudiendo ir al colegio porque no tenemos autobús escolar. En mi caso me siento fatal por no poder llevar a mi hijo al colegio. Este problema es de la consellería y lo tiene que solucionar ya».

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