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Ada Dasí
Silla
Lunes, 10 de octubre 2022, 12:09
Atrás quedaron los años en los que la subasta de puestos para cazar en el Vedat de Silla alcanzaba cifras astronómicas. La ausencia de patos de la temporada pasada ha hecho que los aficionados bajen los brazos y con ellos las pujas por conseguir uno de ellos. Si el año pasado, se alcanzaba una cifra de mínimos históricos con 84.000 euros (frente a los 124.000 de 2020), en esta ocasión los ingresos se han reducido cerca de 3.000 menos.
No obstante, los cazadores han sido fieles a su cita del 9 de octubre y el bar del polideportivo de la localidad volvió a congregar a más de un centenar de ellos con la esperanza de que este año las tiradas vayan mejor y las aves acuáticas vuelvan de nuevo al marjal. El retraso de la subasta en Sueca, que en 2021 coincidió con la de Silla, también ha influido en el incremento de la asistencia aunque no se ha traducido en mayores ingresos.
Los cazadores optaron por pujar por los puestos más baratos, lo que hizo que bajara la cotización de los más codiciados. El número 13, que el año pasado se subastó por 17.000 euros, ha sido el que ha provocado la variación a la baja, con un precio de 12.500. Mientras que el resto se ha mantenido, a excepción del 7 y del 10 que también han disminuido pero en menor medida.
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A pesar de la insistencia del responsable de la subasta, Vicent 'El Guerro', los cazadores se resistían a subir los precios. Cada uno utiliza su propia estrategia para comunicarse con el subastador. Basta con menear un dedo, levantar una ceja o cualquier otro movimiento para que Vicent de por buena la puja, sin que el contrincante se de cuenta de con quién está enfrentándose por el puesto.
El concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Felipe García, explica que aunque la temporada de caza suele empezar el 26 de noviembre, "es posible que este año se tenga que esperar al 3 de diciembre por el retraso de más de 20 días en la cosecha del arroz", por lo que se quedarían en solo siete tiradas, ya que para poder inundar los campos hay que esperar a que esté todo recogido. La posibilidad que ha otorgado la Conselleria de permitir las quemas en los tancats afectados por las plagas también supondría un retraso para los cazadores.
"Se está empezando a segar ahora porque en Silla la variedad que más se cultiva es el J Sendra", explica. García señala que "los cazadores ya no están por la labor de gastar tanto dinero en los cotos", lo que hace que los ingresos para su mantenimiento se hayan reducido considerablemente.
"Todo el dinero recaudado se destina a este fin, como pagar los sueldos de las personas que se encargan de su cuidado, la reparación de caminos y motas, o arreglar cualquier desperfecto", señala, "ahora, con estas recaudaciones ya no se cubren los gastos".
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