Vecinos de Albal reprochan al alcalde haberse sentido abandonados: «No se le ha visto el pelo y han pasado tres meses»

Sin la tensión de las primeras sesiones plenarias tras la dana, pero con la misma indignación. Así se han mostrado los vecinos que han llenado el salón de plenos del Ayuntamiento de Albal en el que ha sido el primer plenario del año. Un pleno en que la mayoría de puntos del orden del día se han aprobado por mayoría, pero que ha ido subiendo de tono una vez que el vecindario ha tomado la palabra.

Han reprochado al alcalde, José Miguel Ferris (PP), el haberse sentido abandonados tras tres meses de la riada. «No se le ha visto el pelo. Desde el minuto uno debería haber recorrido todas las calles», le echaba en cara una de las vecinas que han intervenido.

Cuando el primer edil ha respondido que no era cierto y que entendía que era una impresión, han sido muchos los asistentes que le han negado. «Es una impresión, por lo que pido disculpas si así se han sentido, pero  he estado en todo momento en Albal», ha manifestado el primer edil.

 «No sé si es la zona cero de Albal la calle Colón, pero allí no ha ido nadie del Ayuntamiento. Es cierto que usted pasó  con el coche de la policía a toda pastilla  y había gente y niños barriendo y sacando barro y no se bajó del coche para preguntar cómo estábamos o si necesitábamos algo. Allí nadie ha ido del Ayuntamiento». insistía una vecina de la zona.

Precisamente esta vecina, exponía otro de los temas que también han denunciado otros vecinos, que hay enfermos que necesitaban ir al hospital a Valencia y que se habían quedado sin coche. «¿Se han planteado cómo trasladarles, sobre todos a enfermos oncológicos como yo o cómo facilitarles los medicamentos porque estuvimos sin agua, sin luz», lamentaba, mientras que otra preguntaba si sabían cuánta gente, sobre todo mayor, quedaba aún aislada en sus casas y cómo se le estaba ayudando.

También se ha expuesto la mala gestión y tarde de las ayudas de Amancio Ortega o el hecho de que se quisieran unir con el millón de euros del MInisterio. «Las ayudas para personas vulnerables y servicios sociales las estáis metiendo con las de una entidad privada. Luego cómo declaramos cada una de ellas», se preguntan.

Otra de las preocupaciones es la de los titulares de comercios afectados que no están empadronados en Albal. Han pedido que se modifiquen las bases para que puedan también optar a las ayudas, puesto que también pagan impuestos y que toda la información que se dé al respecto no sólo la transmitan a la asociación de comerciantes, porque no todos pertenecen a ella.

El colegio San Blas de la localidad ha acaparado gran parte del pleno. Una profesora del colegio San Blas de Albal, Aroa, ha verbalizado lo sola que estuvo los primeros días de la dana, porque era la única que vivía en el municipio y estuvo desde el primer momento en el centro.

«No había nadie del Ayuntamiento. Gracias a los voluntarios y al grupo de militares que pudo conseguir Rosa del AMPA, se pudo sacar el barro y recuperar material escolar. Se pidió al Ayuntamiento una pala y no llegó nunca. Toda la ayuda que llegó fue a base de amenazas y presiones, presiones y presiones», lamentó.

Pero especialmente lamentó que se quisiera aprovechar esta desgracia para no reabrir nunca más este centro. El alcalde lo ha negado: «Nadie quiere cerrar el cole, otra cosa es opinar sobre la tipología», ha dicho.

Le ha replicado Rosa, quien le ha recriminado la «falta de empatía» y ha asegurado que estaba ella presente cuando lo dijo. «Dijiste que sí por tí fuera esta escuela ya no abriría, que se rehabilitaría para hacer otra cosa» y le ha recordado que el terreno fue donado al Ayuntamiento para que fuera destinado a un colegio.

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