Los vecinos de Meliana contra el puerta a puerta vuelven a la carga con una protesta en el pleno

Los vecinos de Meliana contrarios al sistema de recogida de basura puerta a puerta volvieron a la carga con una protesta en el pleno celebrado el jueves por la tarde. Ante una sala abarrotada y una sesión prácticamente monográfica sobre el tema, el alcalde, Josep Riera, volvió a poner sobre la mesa los dados que atestiguan un aumento del reciclaje que ha pasado del 12% al 57%.

Frente a las acusaciones del PP de "falsear" estas cifras, Riera explicó que son las oficiales de la Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos, Emtre, que pesa los residuos cuando llegan a la planta y que el pago de la tasa va en función de los residuos que se separen en origen y que por tanto, "no nos van a regalar el dinero".

Riera puso como ejemplo la Mancomunitat del Carraixet que en cuatro años de implantación del contenedor marrón solo ha llegado a un 20% de separación en origen para justificar la implantación de este sistema que "es el más eficaz".

De igual forma, aclaró que el modelo se está adaptando y que se han realizado modificaciones, como por ejemplo la redistribución de algunos totems a raíz de las necesidades de los ciudadanos y "estamos abiertos a los cambios que sean necesarios". "Es un sistema dinámico y es eficaz porque nos permite adaptarnos rápidamente a las exigencias europeas".

En la sesión hubo de todo, desde un cartel que esgrimió el portavoz del PP, Pedro Cuesta, pasando por aplausos e interrupciones continúas por parte del público asistente y diálogos entrecruzados. El equipo de gobierno se mostró abierto a las propuestas ciudadanas y la concejala de Medio Ambiente, Rosa Peris, recordó que "llevamos trabajando en el nuevo contrato del servicio de recogida de residuos tres años, con campañas en la calle sin mucho éxito".

Riera advirtió que en todo este periodo ha dado tiempo para valorar otros sistemas y "los estudios señalan que este es el más idóneo para Meliana". "Ha habido momentos para proponer alternativas" y "me alegro que ese no al 'porta a porta' abra ahora la puerta a otras opciones". También recriminó la actitud de los insumisos "que dejan las bolsas de basura en la calle".

Una veintena de vecinos participaron en el turno de ruegos y preguntas en el que se expusieron los problemas de los cubos y el poco espacio que se tiene para guardarlos en casa, además del código de barras que llevan y que levanta las suspicacias por la protección de datos. Los residentes en la zona de huerta apuntaron la necesidad de tener contenedores y se lanzaron propuestas como el paso de los camiones de resto y orgánico todos los días, para facilitar la tarea de bajar la basura a las personas mayores.

También se refirieron a que no se ha preguntado a los ciudadanos para su implantación y pusieron el ejemplo del fracaso del sistema en Barcelona. Por su parte, la Asociación de comerciantes advirtió de que están a la espera de una reunión con el Ayuntamiento y señalaron el problema que representa tener los totems a las puertas de los negocios. "El éxito de este sistema es que los vecinos están tirando la basura fuera del pueblo", comentó un vecino.

El alcalde se armó de paciencia y contestó a todas las preguntas y sugerencias que se plantearon desde el público una a una, incluso entablando un debate con algunos vecinos en las casi tres horas que duró el turno de ruegos y preguntas ciudadanas.

El Partido Popular acusó al equipo de gobierno de Compromís de “falsear a su favor” los datos en cuanto al supuesto aumento del nivel de reciclaje en el municipio. Su portavoz, Pedro Cuesta, reveló los datos de los informes de la Emtre que muestran las mediciones de residuos y señaló que “han desaparecido por arte de magia unos 139.000 kilos en relación con lo mismo del año pasado”. "El PP ha preguntado al equipo de gobierno sobre esos kilos de vertidos desaparecidos sin obtener respuesta por parte del alcalde".

Cuesta afeó que se reciban subvenciones con “datos falsos de reciclaje cocinados para que el modelo Compromís, salga como positivo en medios e instituciones como la Conselleria de Medio Ambiente o la Diputación de Valencia”. El portavoz defendió que la oposición al sistema parte de un movimiento vecinal porque que ha sido una imposición sin previa consulta ciudadana, y un “fracaso real que está ocasionando graves problemas de insalubridad y de convivencia ciudadana".

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