Vecinos del Pantano de Torrent reclaman la limpieza del barranco y poner fin a las inundaciones

El estado del barranco a su paso por la urbanización del Pantano de Torrent sigue en el mismo estado que hace unos años, a pesar de las reclamaciones de la asociación vecinal para que se proceda a la limpieza de vegetación para evitar inundaciones.

Este núcleo diseminado cuenta con cerca de 200 vecinos de los cuales la mayoría viven todo el año y muchas de las parcelas lindan con el barranco. Tanto en invierno como en verano, el cauce es sinónimo de preocupación.

Su presidente, Ernesto Mateu recuerda que se remitió una reclamación a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), junto a otras entidades vecinales, solicitando su limpieza y la respuesta fue que “en los tramos urbanos, la competencia es del Ayuntamiento”. “Unos por otros, nadie resuelve el problema”, advierte y las cañas siguen creciendo y apoderándose de la zona.

Pero esta no es la única reivindicación vecinal que sigue sin respuesta. También ligado a las inundaciones, Ernesto explica los problemas de acumulación de agua que sufren algunas de las calles del sector que afecta a numerosas viviendas y que podrían solucionarse actuando en la red de recogida de pluviales.

La propuesta lleva años planteada por la entidad vecinal que remitió las alternativas posibles hasta en tres ocasiones al Ayuntamiento, en 2015, 2018 y la última hace un mes, de cara a la gota fría, con una canalización adecuada que desemboque en el barranco y una limpieza de las rejillas.

 

“Cuando llueve se inundan algunas calles y entra el agua en casas y garajes. No tenemos sistema de alcantarillado pero hay que dar una solución”, comenta el presidente. “Aquí pagamos a la americana pero cobramos a la africana”, afirma en referencia a que los vecinos hacen frente a los impuestos sin que hayan inversiones importantes en la urbanización.

A pesar de ello, Ernesto advierte de que se han solucionado algunos temas referentes a cuestiones puntuales, pero los problemas más graves "seguimos teniéndolos". Aquí también estaría la apertura de la calle Rosendo Montoro que afecta a 60 viviendas que “se quedan con un solo punto de entrada y salida, que en el caso de que se corte, se quedarían aisladas”. Además, reclaman una limpieza más a fondo del barranco de Santo Domingo, por el que se tiene que cruzar para entrar y salir de la urbanización y la repavimentación de la calle principal.

Otra de las cuestiones que reivindican se centra en el “abandono” del área recreativa y del azud del pantano recuperado hace unos años y que, tras las pasadas lluvias, se ha llenado de piedras de grandes dimensiones que fueron arrastradas por la corriente. El firme del mirador que da a esta zona se hundió hace tres años y, aunque lo repararon con cemento, sigue vallado y sin uso, a pesar de ser una zona muy frecuentada por vecinos y visitantes, sobre todo los fines de semana.

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