colpisa / Agencias
Jueves, 24 de septiembre 2015, 10:34
El ejército sirio ha utilizado por primera vez drones suministrados por Rusia, que reflejan su apoyo creciente al régimen de Bachar El-Asad, a quien la canciller alemana Angela Merkel quiere implicar en la resolución del conflicto en el país.
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"Por primera vez el ejército ha utilizado drones recibidos de Moscú en operaciones contra extremistas en el norte y este del país", ha indicado una fuente de seguridad de Damasco, sin dar más precisiones sobre el tipo de drones utilizados ni sobre las regiones donde tienen lugar las operaciones.
Hasta el momento, las fuerzas armadas sirias habían utilizado drones iraníes, menos sofisticados, en operaciones puntuales en las afueras de la capital siria. Según los expertos, el uso de aviones teleguiados rusos abre una nueva fase en el conflicto sirio.
El apoyo de Moscú genera además preocupación en Estados Unidos, cuyo canciller John Kerry se ha entrevistado en tres ocasiones estos últimos días con su homólogo ruso Serguei Lavrov. Rusia defiende que si apoya a Asad es para luchar más eficazmente contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que representa para Moscú la principal amenaza contra la estabilidad en Oriente Medio.
Asimismo, Moscú considera que la coalición internacional liderada por EE UU, que dirige bombardeos en Siria e Irak, no ha conseguido hacer retroceder realmente al EI. "Los ejércitos sirio e iraquí y los combatientes kurdos son las únicas fuerzas que luchan realmente y de manera eficaz sobre el terreno contra el terrorismo", ha apuntado la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajarova.
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"Nosotros apoyamos a aquellos que luchan realmente y de manera eficaz contra el EI, porque es una cuestión de seguridad nacional para Rusia", ha añadido.
Un militar de alto rango sirio había indicado el martes bajo anonimato que el ejército había "recibido de Moscú al menos cinco aviones de combate, aviones de reconocimiento, así como material de combate sofisticado para combatir al EI".
La aviación siria ha aumentado estos últimos días sus bombardeos contra los yihadistas, principalmente en las inmediaciones de Palmira (centro de Siria), en manos los yihadistas desde mayo. Al menos 12 civiles murieron y decenas resultaron heridos en los bombardeos, que también han provocado la muerte de varias decenas de yihadistas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
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Única base
Las fuerzas navales rusas realizarán entre septiembre y octubre maniobras militares en las aguas del Mediterráneo oriental, cerca de las costas de Siria, donde cuentan con su única base en esa zona del mundo, según ha anunciado este jueves el Ministerio de Defensa de Rusia.
"De acuerdo al plan de preparación de tropas aprobado a finales de 2014, el crucero 'Moskvá', el buque de guardia 'Smetlivi', el gran buque de desembarco 'Sarátov' y barcos de apoyo" participarán en unas maniobras en el Mediterráneo oriental, señala Defensa en un comunicado, sin precisar las fechas exactas de los ejercicios.
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Los navíos rusos ensayarán acciones de defensa contra la aviación, barcos y submarinos del supuesto enemigo. "En total están previstos más de cuarenta ejercicios de combate, incluidas prácticas de tiro con artillería y misiles contra objetivos sobre la superficie del mar y en el aire", han informado las autoridades rusas.
Tras un paréntesis de muchos años, Moscú reforzó a partir de enero de 2013 su presencia naval en el Mediterráneo y reanudó maniobras militares regulares en la zona.
Moscú ha reconocido en las últimas semanas su determinación de apoyar al régimen del presidente sirio, Bachar El-Asad, en su lucha contra los yihadistas del Estado Islámico y no descarta intervenir militarmente en el país árabe si así se lo pide Damasco. De hecho, ya ha desplegado sobre el terreno varias compañías de infantes de marina, cuyo cometido es garantizar la seguridad de dos bastiones estratégicos: la base naval rusa de Tartus y el aeropuerto de Latakia.
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Los expertos señalan que Rusia podría decidirse a intervenir con sus tropas en Siria incluso con la oposición de Estados Unidos, en virtud del acuerdo de amistad y cooperación suscrito entre Moscú y Damasco en 1980. Uno de los puntos del acuerdo señala que, en caso de que "surja una situación que amenaza la paz y seguridad", las partes "entablarán de inmediato contactos para coordinar sus posiciones y su cooperación para eliminar las amenazas y restablecer la paz".
El documento no contempla la defensa mutua en caso de agresión, pero sirve de marco jurídico para la firma de acuerdos concretos por la vía de urgencia para el despliegue de tropas de asalto.
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