Hasta 4.000 contenedores diarios del Puerto de Valencia pasan por el Canal de Suez

El comercio internacional mira con extremada preocupación hacia el Canal de Suez, bloqueado desde el martes por la noche tras encallar el portacontenedores 'Ever Given' durante una tormenta de arena. El barco, de 400 metros de largo y 220.000 toneladas, ha alterado la actividad diaria de toda la navegación entre el Mediterráneo y el mar Rojo, una ruta que supone cerca del 12% del tráfico marítimo internacional.

La actividad quedó ayer «suspendida temporalmente», según la Autoridad del Canal de Suez, hasta que se pueda desencallar el gigantesco buque que se dirigía a Rotterdam desde el puerto chino de Yantián. De la duración de esos trabajos, en los que participan hasta ocho remolcadores, dependerá el impacto sobre el abastecimiento de los puertos europeos y la economía mundial.

En el caso del Puerto de Valencia, hasta 4.000 contenedores diarios (de exportación e importación) pasan por el Canal de Suez. De hecho, su zona de influencia (Lejano Oriente, India y Mar Rojo) generó el año pasado 1,3 millones de contenedores, lo que representa el 25% del tráfico anual de las instalaciones valencianas. Fuentes de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) explicaron ayer que hasta el momento no se ha recibido ninguna petición de retraso de escalas.

Sin embargo, la preocupación es patente tanto en la APV como entre las transitarias por si el bloque se prolonga un tiempo. De «auténtico desastre» lo calificaba ayer el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y de la Asociación Naviera Valenciana, Vicente Boluda, que advertía de que la paralización durante más de diez días supondría retener todas las mercancías de la ruta Oriente-Europa, según recoge 'Europa Press'.

Así, todos los sectores que reciben mercancías (sobre todo suministros tecnológicos) y materias primas se verían afectados, ya que se trata de piezas procedentes de Asia. De momento, el bloqueo ya ha provocado un alza en los precios de crudo, cuyo abastecimiento está garantizado en España por las reservas estratégicas, explica el presidente de la Comisión de Transportes y Logística del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Valencia, Vicente Cerdá.

Sí que habrá retrasos en las entregas del orden de una semana «plenamente asumibles» por las cadenas logísticas. Según Cerdá, si el cierre se prolonga más de una semana, el tráfico deberá desviarse por la ruta del Cabo de Buena Esperanza (sur de África), «más larga y costosa», entre siete y diez días más. «Por lo tanto, las consecuencias, en principio, serán de naturaleza exclusivamente económica (de asignación y reestructuración de costes) y difícilmente impactaría en el flujo de bienes», apunta.

A su juicio, «para los puertos, y especialmente para los que operan como 'hubs' transoceánicos si supondrá una bajada temporal de actividad, recuperable en la medida que los bienes terminarán llegando, aunque a costa de congestión cuando ello suceda».