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Karen Pinto Garzón
Lunes, 17 de agosto 2020, 20:33
Unas 50 personas fueron sorprendidas a tiros por cuatro hombres que les disparaban a matar en Nariño, al suroeste de Colombia, el sábado en la noche, madrugada del domingo en España. Ocho jóvenes de entre 17 y 25 años fueron asesinados durante el tiroteo. Algunos otros sobrevivieron gracias a que fingieron su muerte y otros simplemente tuvieron suerte mientras huían y pedían piedad, según informó el diario 'El Tiempo'. Ese es el saldo que deja una epidemia persistente en Colombia desde hace décadas y que causa la muerte y el desplazamiento forzoso de cientos de inocentes cada año: la producción de cocaína.
Esta matanza se suma a los homicidios de una niña de 12 años y un adolescente de 17, que se dirigían a su escuela a dejar la tarea, en la misma región. Pasaron por una zona de combate entre guerrilleros y paramilitares y les dispararon.
Nariño vive una espiral de violencia por su ubicación estratégica -con salida al océano Pacífico- en medio de rutas del narcotráfico, por las que se traslada cocaína. . Allí están asentados grupos al margen de la ley, como el Ejército de iberación Nacional (ELN), disidentes de las FARC, grupos paramilitares y narcotraficantes, que quieren controlar el territorio para la exportación de dicha droga.
El Gobierno nacional puso una recompensa de 200 millones de pesos colombianos (unos 44.500 euros) para quienes ayuden a encontrar a los responsables de la matanza de los ocho jóvenes. Y ya ha anunciado varias medidas para fortalecer la seguridad. «A nuestros jóvenes les están segando la vida, los sueños y las esperanzas», lamentó el gobernador de Nariño, John Rojas.
Mientras tanto, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, anunció a través de su cuenta de Twitter la creación de un «grupo de reacción especial» de la Policía Nacional, conformado por 30 unidades para fortalecer la seguridad, y otros comandos especiales para la investigación y para desplegar operaciones en la región.
Disposiciones que al parecer han tardado, ya que los pobladores condenan la dejadez del Estado. Los grupos criminales se han tomado la ley por su mano. Según la revista colombiana 'Semana', durante la pandemia los nariñenses han sido intimidados para no salir de sus casas, y la matanza precisamente se llevó a cabo porque los jóvenes estaban reunidos conversando y tomando cervezas, en una finca en la ciudad de Samaniego, ubicada en el departamento de Nariño. Por lo que, unos paramilitares habrían matado a los jóvenes por reunirse durante la cuarentena «impuesta por los armados».
En Colombia se vive una profunda consternación. La noche del martes 12 de agosto fueron encontrados los cuerpos de cinco menores afrodescendientes de entre 12 y 16 años con rastros de haber sido torturados, en la ciudad de Cali. Todos estos hechos evidencian el recrudecimiento de la violencia en el país que, según la ONU, ponen en riesgo el acuerdo de paz con las FARC. Además, la nación vive una profunda crisis política y social por la polarización ideológica y por la pandemia de la covid-19, con un aumento acelerado de contagios y muertes.
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