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La presidenta de la Asamblea Nacional, Dinorah Figuera (c), en una imagen tomada en 2015 en un mercado de Caracas. EFE
Venezuela | Maduro exige la detención de la presidenta de la Asamblea de Venezuela, que reside en Valencia

Maduro exige la detención de la presidenta de la Asamblea de Venezuela, que reside en Valencia

El gobierno chavista pide ayuda a Interpol para capturar a Dinorah Figuera, que preside el organismo nacional desde el 5 de enero

afp/redacción

Lunes, 9 de enero 2023, 23:25

Bajo la acusación de usurpación de funciones, traición a la patria, asociación para delinquir y legitimación de capitales, Nicolás Maduro, a través del fiscal, ha reclamado a Interpol la detención de la recién nombrada presidenta del Parlamento venezolano, Dinorah Figuera, así como de su primera y segunda vicepresidentas, Marianela Fernández y Auristela Vásquez. Tras haberlo ordenado un tribunal penal el pasado fin de semana, es ahora el Ministerio Público el que entra en escena con esta petición, ya que la dirigente reside en Valencia, mientras que Vásquez lo hace en Toledo y Fernández en Estados Unidos.

El nombramiento de Figuera se produjo el pasado 5 de enero y supuso el fin de la presidencia de Juan Guaidó de una Asamblea Nacional que surgió en 2015, pero cuyos integrantes defienden su continuidad al denunciar como un «fraude» el triunfo del gobernante chavismo en las elecciones parlamentarias de 2020.

El fin del «interinato» llega en medio de fuertes enfrentamientos internos en la oposición, que aspira a celebrar este año primarias para elegir un candidato unitario de cara a los próximos comicios presidenciales, previstos para 2024. Todo ello se produce con la ofensiva que el gobierno chavista está llevando a cabo para que la asamblea paralela quede totalmente descabezada.

«Iba al comedor de Casa Caridad. Y no sólo no me avergüenzo, sino que me siento orgullosa», relataba en una entrevista

Mientras, Dinorah Figuera lleva las riendas de la asamblea a 7.200 kilómetros de distancia, los mismos que recorrió en 2018 cuando se tuvo que refugiar en la embajada de Francia en Caracas tras participar en las protestas por el asesinato de un político venezolano y huir posteriormente rumbo a España. Su salida tiene mucho que ver con el acoso del organismo de inteligencia del gobierno de Venezuela.

Pronto encontraría su refugio en Valencia, una ciudad en la que ya se ha establecido. Tal y como se puede ver en sus redes sociales, Figuera sigue comprometida con sus ideales y participa en numerosas actividades que se organizan, sobre todo si tienen que ve con la lucha contra el cáncer. Precisamente, sufrió leucemia en 2006 y estuvo alejada durante un año de toda actividad política. «Estaba famélica y sin pelo. Me tenían aislada para no contraer infecciones, pero la política me curó. Mi familia estaba asombrada», relataba en su día.

En Valencia vive como una ciudadana más y se le puede ver paseando por el paseo de la playa de la Malvarrosa acompañada de su hija cuando tiene un descanso en su trabajo. Pese a que estudió Medicina en la Universidad Central de Caracas y también obtuvo la especialidad de Epidemiología, Figuera no puede seguir con su labor de cirujana porque no puede ejercer en España. Por este motivo ahora se dedica a cuidar a personas mayores.

Un organismo respaldado por decenas de países

Dinorah Figuera sustituyó a Guaidó en la presidencia de esa Asamblea Nacional, que en su día fue reconocida por Estados Unidos, a la que se sumaron después decenas de países, como la última institución electa democráticamente en Venezuela. Una amplia mayoría dentro de la oposición designó a Figuera al frente de ese Parlamento, desplazando a Guaidó y poniendo fin a la figura de gobierno provisional que este dirigente encabezó los últimos cuatro años, aunque nunca con poder real.

Pero no sólo se siente una valenciana más en lo laboral, ya que también participa en actividades sociales que suponen un puente de unión con su Venezuela natal, como la velada de villancicos que una soprano de su país interpretó en la iglesia de San Vicente Ferrer.

Su llegada a Valencia no fue fácil y, según relató al medio digital 'La Gran Aldea', su partido y una oenegé le ayudaron para sobrevivir. «Voy con mi hija al comedor de Casa Caridad y la ropa de invierno me la dieron en lugares de ayuda. Y no sólo no me avergüenzo, sino que me siento orgullosa», explicaba sobre sus primeros meses.

Criada en un barrio humilde del oeste de Caracas, Figuera es secretaria general adjunta del partido opositor Primero Justicia y tiene un perfil mucho más bajo que su predecesor, Juan Guaidó. De hecho, poco apostaban por una idealista que siempre tuvo su mirada en la mejora legislativa enfocada a la sanidad.

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