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MARÍA MOLINOS
BERLÍN.
Sábado, 25 de julio 2020, 01:18
Las bajas temperaturas en las instalaciones refrigeradas, la escasa ventilación, la circulación interna del aire y el esfuerzo físico que requiere el trabajo fueron los factores que, combinados, convirtieron a un matadero de Alemania en el mayor brote de coronavirus del país, con más de 2.100 casos. Un equipo de expertos difundió ayer un trabajo con las claves que provocaron esta «tormenta perfecta».
El origen del foco está en un único contagiado. Pero la combinación de todas estas condiciones que se daban en la planta de Gütersloh (oeste de Alemania) de la marca Tönnies, el mayor productor cárnico del país, propiciaron que este trabajador se convirtiese en lo que en epidemiología se denomina 'superspreader' o 'supercontagiador', un individuo que contagia a muchos más congéneres de lo que es habitual para una determinada enfermedad. El equipo de científicos del Centro Helmholtz de Investigación de Infecciones (HZI), la Clínica Universitaria Hamburgo-Eppendorf y el Instituto Leibniz de Virología Experimental (HPI) han constatado que si de normal el Sars-CoV2 se transmite en distancias cortas de hasta 2 metros, en este caso llegó a contagiarse a personas a ocho metros de distancia del primer infectado.
El brote de Gütersloh ha sido el mayor registrado en Alemania, donde hasta el momento se han identificado unos 205.000 contagios. La planta, con unos 7.000 empleados, fue clausurada durante cuatro semanas, hasta que las autoridades sanitarias del municipio consideraron que se había implementado un nuevo protocolo en el matadero que permitía retomar la actividad en condiciones de seguridad.
Además, al superarse la tasa de 50 infectados por cada 100.000 habitantes, se decretó el confinamiento de la región, con unos 640.000 habitantes. Éste era el límite acordado por los Estados federados con el Gobierno central a partir del cual era necesario tomar medidas extraordinarias para atajar la propagación de la Covid-19. La medida se prolongó unas tres semanas, hasta que un juzgado consideró «desproporcionado» mantener estas restricciones en toda la región, cuando la distribución de la enfermedad era muy desigual, con zonas fuertemente afectadas pero otras con muy escasa incidencia.
El caso desató las críticas contra el gobierno del Land de Renania del Norte-Westfalia, que había puesto en marcha una desescalada rápida pese a ser uno de los más afectados por la pandemia del coronavirus. Pero también contra el propietario del matadero, Clemens Tönnies. Sindicatos, iglesias y ONG cargaron sobre todo contra las condiciones de muchos de los trabajadores de la planta, temporeros de Polonia, Rumanía y Bulgaria que residían hacinados en alojamientos comunitarios de la empresa.
El Instituto Robert Koch (RKI), centro epidemiológico de referencia en Alemania, registró en las últimas 24 horas 815 nuevos casos de coronavirus, lo que eleva el número total de infectados a 204.183 individuos. Los fallecidos con o por el Sars-CoV2 suponen ya 9.111 personas. Mientras tanto, la tasa de reproducción o valor R se mantiene por debajo del valor crítico 1, a partir del cual cada nuevo contagiado infecta a más de una persona.
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