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Lunes, 14 de diciembre 2020, 18:18

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Para protegerlas del tiempo y atraer a los turistas, Ucrania quiere que las ruinas de Chernóbil, testigos de la peor catástrofe nuclear de la historia, pasen a formar parte del patrimonio mundial de la Unesco.

GENYA SAVILOV / AFP
Para protegerlas del tiempo y atraer a los turistas, Ucrania quiere que las ruinas de Chernóbil, testigos de la peor catástrofe nuclear de la historia, pasen a formar parte del patrimonio mundial de la Unesco.
Para protegerlas del tiempo y atraer a los turistas, Ucrania quiere que las ruinas de Chernóbil, testigos de la peor catástrofe nuclear de la historia, pasen a formar parte del patrimonio mundial de la Unesco.

Detrás de la idea de inscribir la zona de exclusión de Chernóbil en la Unesco se encuentra el nuevo ministro de Cultura, Oleksandre Tkachenko, en el puesto desde hace seis meses tras una larga carrera en la televisión. «Es uno de los territorios más emblemáticos de Ucrania» y hay que «preservarlo para la humanidad», señala el alto funcionario.

GENYA SAVILOV / AFP
Detrás de la idea de inscribir la zona de exclusión de Chernóbil en la Unesco se encuentra el nuevo ministro de Cultura, Oleksandre Tkachenko, en el puesto desde hace seis meses tras una larga carrera en la televisión. «Es uno de los territorios más emblemáticos de Ucrania» y hay que «preservarlo para la humanidad», señala el alto funcionario.
Detrás de la idea de inscribir la zona de exclusión de Chernóbil en la Unesco se encuentra el nuevo ministro de Cultura, Oleksandre Tkachenko, en el puesto desde hace seis meses tras una larga carrera en la televisión. «Es uno de los territorios más emblemáticos de Ucrania» y hay que «preservarlo para la humanidad», señala el alto funcionario.

En caso de éxito, Chernóbil se unirá así al mausoleo de Taj Mahal en India, al santuario de Stonehenge en Inglaterra o a la abadía del Monte Saint-Michel en Francia. Del tamaño de Luxemburgo, la zona de exclusión de Chernóbil rodea en un radio de 30 kilómetros la central, cuyo cuarto reactor explotó el 26 de abril de 1986 contaminando, según algunas estimaciones, hasta tres cuartas partes de Europa.

GENYA SAVILOV / AFP
En caso de éxito, Chernóbil se unirá así al mausoleo de Taj Mahal en India, al santuario de Stonehenge en Inglaterra o a la abadía del Monte Saint-Michel en Francia. Del tamaño de Luxemburgo, la zona de exclusión de Chernóbil rodea en un radio de 30 kilómetros la central, cuyo cuarto reactor explotó el 26 de abril de 1986 contaminando, según algunas estimaciones, hasta tres cuartas partes de Europa.
En caso de éxito, Chernóbil se unirá así al mausoleo de Taj Mahal en India, al santuario de Stonehenge en Inglaterra o a la abadía del Monte Saint-Michel en Francia. Del tamaño de Luxemburgo, la zona de exclusión de Chernóbil rodea en un radio de 30 kilómetros la central, cuyo cuarto reactor explotó el 26 de abril de 1986 contaminando, según algunas estimaciones, hasta tres cuartas partes de Europa.

Después de haber intentado ocultar el accidente, la URSS, de la que entonces formaba parte Ucrania, reconoció finalmente su magnitud y evacuó a cientos de miles de personas. Igualmente movilizó a decenas de miles de «liquidadores», con medios de protección rudimentarios, para construir un sarcófago alrededor del reactor e intentar limpiar las zonas contaminadas.

GENYA SAVILOV / AFP
Después de haber intentado ocultar el accidente, la URSS, de la que entonces formaba parte Ucrania, reconoció finalmente su magnitud y evacuó a cientos de miles de personas. Igualmente movilizó a decenas de miles de «liquidadores», con medios de protección rudimentarios, para construir un sarcófago alrededor del reactor e intentar limpiar las zonas contaminadas.
Después de haber intentado ocultar el accidente, la URSS, de la que entonces formaba parte Ucrania, reconoció finalmente su magnitud y evacuó a cientos de miles de personas. Igualmente movilizó a decenas de miles de «liquidadores», con medios de protección rudimentarios, para construir un sarcófago alrededor del reactor e intentar limpiar las zonas contaminadas.

 Actualmente, la naturaleza ha reconquistado estas tierras: las carreteras se estrechan, devoradas por hierbas silvestres, y las casas desaparecen bajo las zonas boscosas donde proliferan los animales salvajes.

GENYA SAVILOV / AFP
 Actualmente, la naturaleza ha reconquistado estas tierras: las carreteras se estrechan, devoradas por hierbas silvestres, y las casas desaparecen bajo las zonas boscosas donde proliferan los animales salvajes.
 Actualmente, la naturaleza ha reconquistado estas tierras: las carreteras se estrechan, devoradas por hierbas silvestres, y las casas desaparecen bajo las zonas boscosas donde proliferan los animales salvajes.

En Prípiat, a unos kilómetros de la central, se desaconseja formalmente entrar a los edificios residenciales debido a los riesgos de derrumbe.

GENYA SAVILOV / AFP
En Prípiat, a unos kilómetros de la central, se desaconseja formalmente entrar a los edificios residenciales debido a los riesgos de derrumbe.
En Prípiat, a unos kilómetros de la central, se desaconseja formalmente entrar a los edificios residenciales debido a los riesgos de derrumbe.

 Incluso si las autoridades estiman que los humanos no podrán volver a vivir en seguridad en este lugar antes de 24.000 años, la zona atrae a cada vez más turistas que buscan aventura.

GENYA SAVILOV / AFP
 Incluso si las autoridades estiman que los humanos no podrán volver a vivir en seguridad en este lugar antes de 24.000 años, la zona atrae a cada vez más turistas que buscan aventura.
 Incluso si las autoridades estiman que los humanos no podrán volver a vivir en seguridad en este lugar antes de 24.000 años, la zona atrae a cada vez más turistas que buscan aventura.

El año pasado, el éxito mundial de la miniserie 'Chernóbil', de la cadena estadounidense HBO, creó una nueva generación de visitantes amantes de los selfis.

GENYA SAVILOV / AFP
El año pasado, el éxito mundial de la miniserie 'Chernóbil', de la cadena estadounidense HBO, creó una nueva generación de visitantes amantes de los selfis.
El año pasado, el éxito mundial de la miniserie 'Chernóbil', de la cadena estadounidense HBO, creó una nueva generación de visitantes amantes de los selfis.

Antes del parón provocado por la pandemia de covid-19, Chernóbil tuvo un récord de 124.000 visitas en 2019, frente a 72.000 turistas el año anterior. El sitio podría incluso recibir hasta un millón al año, celebró Tkachenko.

GENYA SAVILOV / AFP
Antes del parón provocado por la pandemia de covid-19, Chernóbil tuvo un récord de 124.000 visitas en 2019, frente a 72.000 turistas el año anterior. El sitio podría incluso recibir hasta un millón al año, celebró Tkachenko.
Antes del parón provocado por la pandemia de covid-19, Chernóbil tuvo un récord de 124.000 visitas en 2019, frente a 72.000 turistas el año anterior. El sitio podría incluso recibir hasta un millón al año, celebró Tkachenko.

No obstante, el ministro insiste en la necesidad de hacer comprender a los visitantes que no se trata de una «simple aventura en territorio prohibido».

GENYA SAVILOV / AFP
No obstante, el ministro insiste en la necesidad de hacer comprender a los visitantes que no se trata de una «simple aventura en territorio prohibido».
No obstante, el ministro insiste en la necesidad de hacer comprender a los visitantes que no se trata de una «simple aventura en territorio prohibido».

Con la ayuda de expertos, su ministerio quiere preparar programas de viaje destinados a «percibir la zona como un lugar de memoria que debe enseñarnos cosas», en una época de crisis medioambiental global.

GENYA SAVILOV / AFP
Con la ayuda de expertos, su ministerio quiere preparar programas de viaje destinados a «percibir la zona como un lugar de memoria que debe enseñarnos cosas», en una época de crisis medioambiental global.
Con la ayuda de expertos, su ministerio quiere preparar programas de viaje destinados a «percibir la zona como un lugar de memoria que debe enseñarnos cosas», en una época de crisis medioambiental global.

 Para Tkachenko, el legado histórico de Chernóbil no se resume en una tragedia, pues la catástrofe «obligó» a las autoridades soviéticas a «decir la verdad», «desencadenando la democratización» que se saldó con la caída de la URSS en 1991.

GENYA SAVILOV / AFP
 Para Tkachenko, el legado histórico de Chernóbil no se resume en una tragedia, pues la catástrofe «obligó» a las autoridades soviéticas a «decir la verdad», «desencadenando la democratización» que se saldó con la caída de la URSS en 1991.
 Para Tkachenko, el legado histórico de Chernóbil no se resume en una tragedia, pues la catástrofe «obligó» a las autoridades soviéticas a «decir la verdad», «desencadenando la democratización» que se saldó con la caída de la URSS en 1991.

Ucrania prepara un dossier para presentarlo en la UNESCO antes de finales de marzo. Después, un grupo de expertos de la organización deberá visitar el lugar en verano. La decisión final se espera como pronto en 2023.

GENYA SAVILOV / AFP
Ucrania prepara un dossier para presentarlo en la UNESCO antes de finales de marzo. Después, un grupo de expertos de la organización deberá visitar el lugar en verano. La decisión final se espera como pronto en 2023.
Ucrania prepara un dossier para presentarlo en la UNESCO antes de finales de marzo. Después, un grupo de expertos de la organización deberá visitar el lugar en verano. La decisión final se espera como pronto en 2023.

 «La zona de Chernóbil ya es una atracción célebre en todo el mundo», indica Maksym Polivko, de 38 años, un guía profesional, durante una visita al lugar. «Por desgracia, este lugar no tiene estatus oficial», continúa, y está a la espera de una ayuda para el «desarrollo de infraestructuras turísticas».

GENYA SAVILOV / AFP
 «La zona de Chernóbil ya es una atracción célebre en todo el mundo», indica Maksym Polivko, de 38 años, un guía profesional, durante una visita al lugar. «Por desgracia, este lugar no tiene estatus oficial», continúa, y está a la espera de una ayuda para el «desarrollo de infraestructuras turísticas».
 «La zona de Chernóbil ya es una atracción célebre en todo el mundo», indica Maksym Polivko, de 38 años, un guía profesional, durante una visita al lugar. «Por desgracia, este lugar no tiene estatus oficial», continúa, y está a la espera de una ayuda para el «desarrollo de infraestructuras turísticas».

Los visitantes caminan en un parque de atracciones abandonado en la ciudad fantasma de Pripyat.

GENYA SAVILOV / AFP
Los visitantes caminan en un parque de atracciones abandonado en la ciudad fantasma de Pripyat.
Los visitantes caminan en un parque de atracciones abandonado en la ciudad fantasma de Pripyat.

Un turista fotografía un edificio en ruinas.

GENYA SAVILOV / AFP
Un turista fotografía un edificio en ruinas.
Un turista fotografía un edificio en ruinas.

Un alce pasta junto a la carretera que une Pripyat con Chernobil.

GENYA SAVILOV / AFP
Un alce pasta junto a la carretera que une Pripyat con Chernobil.
Un alce pasta junto a la carretera que une Pripyat con Chernobil.

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