Biden dará a Trump la oportunidad de una revancha

El vídeo del anuncio ya está listo, grabado una vez más en los estudios personales de su casa de Delaware. Biden también ha elegido a los principales cargos de su campaña, incluyendo a la nieta del popular sindicalista agrario César Chávez, aunque en este punto algunos medios discrepan. Mientras CNN da por hecho de que Julie Chávez Rodríguez, de 45 años, será la directora de su campaña de reelección, tras haber sido adjunta en la de 2020 y Consejera de Asuntos Intergubernamentales en la Casa Blanca, 'The New York Times' aseguraba que el domingo a mediodía la decisión seguía abierta.

Biden había pasado el fin de semana con su familia y asesores en la residencia vacacional de Camp David, donde pulía también los cabos sueltos del anuncio que puede llegar este mismo martes. El presidente no estaba contento con esa filtración, y en esto coincidían todos. A ningún mandatario le gusta saber que tiene chivatos en su entorno.

Aunque no disfrute del factor sorpresa, hay señales que favorecían el anuncio. Este martes el presidente hablará con los principales sindicatos manufactureros en el hotel Hilton de Washington, donde se celebra la conferencia legislativa de North America's Building Trade Unions. Será el escenario perfecto para medir la fuerza del ejército con el que cuentan los demócratas para movilizar el voto. Biden les prometerá reconstruir a la clase media, invertir en recuperar el sector manufacturero y apostar por la creación de puestos de trabajo bien pagados bajo el paraguas de los sindicatos.

El político demócrata de 80 años siempre ha sido un defensor de los sindicatos y lo demostrará con el nombramiento de Chávez Rodríguez, cuyo abuelo de origen mexicano fundó en California el principal sindicato de trabajadores agrícolas y creó con ellos el eslogan de 'Sí se puede', con el que también Barack Obama llegó a la Casa Blanca. Chávez Rodríguez trabajó en la campaña de Obama y más tarde en la de Kamala Harris, que la incorporó a la de Biden. Este la premió con distintos ascensos en la Casa Blanca. Su rostro será también familiar para los hispanos de estados bisagra como Nevada y Arizona, que fueron decisivos para derrotar a Trump en 2020, aunque haya que remontarse cuatro generaciones para encontrar sus raíces mexicanas.

Eso habla también del peso que tendrá la vicepresidenta Harris en esta campaña de reelección que la pone a unos latidos de hacer historia como la primera mujer presidenta de Estados Unidos. Esa idea le hace ilusión a pocos. El 70% de los estadounidenses consultados para una encuesta de NBC que se hizo pública el domingo no desea que Biden aspire a la reelección. De entre ellos, el 48% cita su edad como principal motivo. El mandatario tendría 86 años cuando finalice su segundo mandato.

Es precisamente la presencia de Trump, de 76 años, la que más le ayuda. No solo porque se le acerca mucho en edad sino porque articula su mensaje de que las opciones son acabar el trabajo con un presidente convencional como él o volver al reino del caos que dejó Trump. El magnate tampoco tiene muchos apoyos, el 60% de los estadounidenses no quiere que se presente, pero eso es mejor que la perspectiva de Biden.

Se queda fuera de la partida por motivos aún desconocidos la ex consejera de seguridad nacional de Obama Susan Rice, que fungía de directora del Consejo de Política Doméstica en la Casa Blanca. Su nombre ya se barajó anteriormente como pareja electoral, pero el mandatario prefirió a otra mujer afroamericana. Este lunes, pese a los muchos halagos que le dedicó en un comunicado de despedida, la Casa Blanca anunció su partida sin tener aún sustituta para el cargo.