Nuevo escándalo por la muerte de un afroamericano a manos de polícias

Otieno fue transferido al hospital desde una prisión local por su condición mental. Al llegar al centro de salud, el personal lo dejó inmóvil durante casi once minutos. Una vez, se percataron del cuerpo inerte sobre el suelo, los sanitarios trataron de reanimarlo, pero sin éxito.

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Tras conocerse los resultados de la autopsia preliminar, Otieno murió por asfixia mientras era «restringido físicamente», dijo en un comunicado Ann Cabell Baskervill, fiscal de distrito del condado de Dinwiddie. Por esto, siete oficiales de policía y tres trabajadores fueron acusados de homicidio en segundo grado.

La familia conoció las imágenes de la muerte del joven el pasado jueves y permitieron su difusión este martes. Su madre, Caroline Ouko, dijo que su hijo sufría una crisis de «una enfermedad mental». Sin embargo, condenó la manera en que los agentes se abalanzaron encima de él. «Mi hijo fue tratado como un perro, peor que un perro. Lo vi con mis propios ojos (...) asfixiaron a mi bebé», afirmó.