Un joven de 18 años protagoniza el último tiroteo en Nuevo México

La Policía investiga este martes cualquier posible pista que permitiese entender lo que, según algunas cuentas, podría ser el 225 tiroteo masivo del año en EE UU, aunque algunas fuentes no cuentan al pistolero entre los cuatro muertos necesarios para cualificar como masivo.

Lo que está claro es que sus víctimas eran tan aleatorias que nunca pudieron entender lo que les ocurría. El cadáver de una mujer quedó tirado en la calle al caer muerta de su vehículo mientras este seguía adelante sin ella. Otro vecino del barrio vio entrar una bala en el dormitorio de su bebé. El joven que se volvió loco disparaba contra los coches, las casas, las iglesias y los policías que acudieron a la escena, tres de los cuales resultaron heridos en una «escena caótica», describió el sheriff.

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Iba vestido de negro y tenía consigo al menos tres armas, incluyendo el polémico rifle de asalto AR-15 que protagoniza muchos de los tiroteos que llegan a los titulares. «Te crees que esas cosas nunca van a pasar en tu ciudad, que solo pasan en otros sitios, y de pronto te lo encuentras en tu pequeña comunidad de 50.000 habitantes», decía a las cámaras Nick Akins, un profesor de instituto cuya casa quedaba dentro de la manzana acordonada por la policía. Según él, su barrio era un «gran sitio para vivir», pero como le dijo la congresista Teresa Leger Fernández, «nuestro hermoso Nuevo México no es inmune a los tiroteos que ocurren cada día por todo el país. El Congreso tiene que hacer algo ya»