La mascarilla es ya un objeto más desechable que nunca en los Estados Unidos. Con más de la población adulta vacunada y con la mayoría de los estados permitiendo ir sin ella en exteriores, los ciudadanos empiezan a ensayar la nueva vida sin ella. Es extraño quitártela, parece que vas desnudo, dice este joven que todavía la usa cuando va por la calle. Este hombre sostiene que hace un año lo incómodo era ir con mascarilla pero que ahora es al contrario. Y espera poder habituarse pronto a vivir sin ella. Algunos ciudadanos, como esta mujer, optan por ponérsela solo si están con alguien, para que la situación no sea violenta. Y otros descubren que la mascarilla en primavera es muy útil para los alérgicos. Sobre todo en una ciudad como Washington, donde el polen ahora campa a sus anchas.-Redacción-
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