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Los 11 principales aeropuertos alemanes, entre ellos los de Fráncfort, Múnich y Berlín, sufrirán el lunes próximo cancelaciones y retrasos de vuelos masivos, debido a ... la convocatoria de una huelga de 24 horas de todo el personal público que trabaja en los mismos, que ha sido organizada por el poderoso sindicato gremial de servicios públicos Verdi, que cuenta con casi dos millones de afiliados y es el segundo mayor sindicato germano después de IG-Metall.
Entre el personal que participará en el paro que colapsará en buena parte el tráfico aéreo en Alemania se encuentra el responsable del 'check-in' de los pasajeros y el del movimiento de equipajes. A estos se ha sumado además el personal de servicios en tierra para la atención de los aparatos después de aterrizar y antes de despegar, igualmente convocados por el único sindicato del sector.
«Nos sentimos obligados a convocar esta huelga de advertencia porque la patronal aún no ha presentado una oferta en las negociaciones salariales en curso para los empleados del sector público y no ha mostrado voluntad alguna de satisfacer nuestras justificadas reivindicaciones», declaró la vicepresidenta de Verdi, Christine Behle. Las acciones se anunciaron con antelación para dar a los pasajeros seguridad en la planificación.
El paro supone una escalada en las huelgas selectivas organizadas por Verdi para presionar en las negociaciones para el convenio colectivo y que ya causaron colapsos aéreos en semanas pasadas en los aeropuertos de Colonia, Düsseldorf, Hamburgo y Múnich. A todos los citados se unen ahora en la huelga -que comenzará a las 00.00 horas del lunes y que acabará a la medianoche siguiente- los aeródromos de Stuttgart, Dortmund, Hanover, Bremen y Leipzig.
Tanto la compañía alemana Lufthansa como la Asociación Alemana de Aeropuertos Comerciales (ADV) han condenado los paros que afectan a los vuelos nacionales e internacionales del país. «Huelgas que cortan del tráfico aéreo internacional a las regiones metropolitanas alemanas no tienen nada que ver con paros de advertencia», declaró Ralph Beisel, gerente de ADV.
La huelga tiene su origen en las difíciles negociaciones entre las autoridades federales, los 16 Estados federados y los municipios germanos con Verdi para el convenio colectivo de todos los empleados públicos. A mediados de este mes está prevista la nueva ronda negociadora y el sindicato muestra músculo para presionar a sus interlocutores. En semanas pasadas hubo paros de los empleados de guarderías y en asilos y residencias de ancianos y enfermos crónicos.
Una gran parte de los trabajadores de la empresa alemana de gestión de aeropuertos Fraport están sometidos al convenio que se negocia ahora. El sindicato exige para todos los empleados públicos del país aumentos salariales del 8%, pero al menos de 350 euros al mes, así como mayores primas para trabajos más esforzados y en horarios no habituales. Para los jóvenes en prácticas reclama un aumento de 200 euros al mes de sus emolumentos.
El sindicato, que representa los intereses de los 2,5 millones de empleados públicos en Alemania, reclama además tres días libres más suplementarios para todos. Son demandas que la patronal pública considera absolutamente impagables, sobre todo en el caso de los empleados públicos municipales por la crisis financiera de numerosos ayuntamientos.
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