Ucrania acusa a Rusia de lanzar un misil balístico intercontinental contra la ciudad de Dnipró

«Un misil balístico intercontinental fue lanzado desde el territorio de la región rusa de Astracán contra la ciudad de Dnipró», informaron fuentes de la Fuerza Aérea ucraniana citadas por varios medios de comunicación del país, sin especificar su tipo. Estos misiles balísticos pueden ir provistos de ojivas tanto nucleares -aunque en este caso no llevaba- como convencionales y su uso ahora podría también tener que ver con un déficit en los arsenales de otros tipos de cohetes.

Esta novedad armamentística se produce después de que Ucrania haya empezado a utilizar esta semana contra Rusia misiles de largo alcance estadounidenses y británicos, los ATACMS y los Storm Shadow, una medida que Moscú ha condenado por considerar que conduce a una mayor escalada del conflicto.

La mayoría de los cohetes con los que las tropas rusas bombardean habitualmente Ucrania puede llevar carga nuclear, como es el caso de los Kinzhal, Iskander-M o Kalibr, disparados todos ellos de forma arrasadora en el ataque masivo del pasado domingo (con un total de 120 misiles y 90 drones) contra varias ciudades ucranianas.

Este jueves, sin embargo, el ataque ruso ha involucrado a apenas una decena de cohetes: el intercontinental balístico lanzado desde base en tierra, un Kinzhal y siete misiles de crucero X-101, disparados desde bombarderos. Todos tenían como objetivo la ciudad de Dnipró, causaron al menos cuatro heridos y, según las informaciones del mando aéreo, seis X-101 fueron derribados. El jefe de la Administración militar de la zona, Serguii Lisaka, informó que ha habido daños en una empresa industrial y dos incendios. Según el alcalde, Borís Filátov, resultó también afectado un centro de rehabilitación para personas con discapacidad con diversos desperfectos materiales.

Mientras tanto, la embajada de Estados Unidos en Kiev, que cerró sus puertas el miércoles al recibir informaciones de Inteligencia sobre un posible ataque ruso «significativo», reanudó este jueves su actividad, aunque con el aviso a su personal de permanecer alerta y listo para acudir a los refugios en caso de que tuviera lugar tal bombardeo.

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, recriminó este jueves a Washington por apresurarse a enviar a Ucrania más armas antes de la toma de posesión de Donald Trump en enero con la intención de que «la guerra continúe en 2025», después de dar permiso a Kiev para emplear misiles de largo alcance y el anuncio de que mandará asimismo minas antipersona. Zajárova cree que la Casa Blanca pretende «garantizar que las operaciones militares continúen no sólo este año, sino también el que viene», tratando de transferir «lo que queda de ayuda militar antes de la llegada de Trump». Sin embargo, según sus palabras, eso no cambiará el empeño del Kremlin de conseguir la desnazificación y desmilitarización del país. «Todos esos objetivos serán conseguidos», añadió.

En la misma línea, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que EE UU «está haciendo todo lo posible para prolongar la guerra». Reconoció que las fuerzas ucranianas han empleado ya, además de los misiles ATACMS, los de fabricación británica Storm Shadow, también de largo alcance. Este jueves, el Ministerio de Defensa ruso reportaba que la defensa antiaérea rusa abatió dos cohetes Storm Shadow. El presidente, Vladímir Putin, renovó esta semana la doctrina nuclear de Rusia, que contempla la utilización del arma atómica incluso si el atacante se limita solamente al uso de armamentos convencionales.