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El teniente general Fernando García-Vaquero es la pieza esencial al servicio de la OTAN en el caso de que la base valenciana de Bétera fuera llamada a intervenir si Rusia ataca a algún país aliado ... . Es el jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad (CGTAD) y tiene una dilatada experiencia, gestado en una familia entregada a las Fuerzas Armadas.
El alto mando ha conocido las guerras de primera mano, en Bosnia-Herzegovina o Afganistán. Y, lo más importante, conoce perfectamente el escenario actual de tensión militar, pues hace media década mandó con efectivos de Bétera un importante ejercicio militar de la OTAN desarrollado en Polonia, a las puertas de Ucrania.
Como informó LAS PROVINCIAS este jueves 24 de febrero, este año la base valenciana está de guardia al servicio de la OTAN. Su compromiso consiste en dirigir una operación de alta intensidad ejerciendo el mando de hasta 120.000 militares de distintas naciones, un concepto bautizado por la Alianza como Warfighting Corps. Y quien lidera la base lidera también el cometido en caso de activación.
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¿Quién es Fernando García-Vaquero Pradal? Nació en Madrid en 1961 y pocas familias están tan unidas al Ejército como la suya. Su abuelo materno fue militar, general de brigada. Su padre, coronel de artillería. Sus tres hermanos también lo son: Arturo, general de división, Alfonso, general de brigada, y Juan Carlos, coronel.
Su padre quería que fuera arquitecto, pero la sangre castrense corría también por sus venas desde la infancia. En 1979 ingresó en la Academia General y se graduó en 1984 como teniente de artillería. Arrancaba así una brillante trayectoria que acabó recalando en Valencia en 2014, cuando empezó a ejercer puestos de mando en nuestra base aliada.
Fue el 8 de enero de 2020, a las puertas de la pandemia, cuando tomó posesión de su cargo y se convirtió en la máxima autoridad militar en la Comunitat. Y, por ende, la más destacada pieza militar de la OTAN en España como líder de la base de Bétera. Antes ya había desempeñado el puesto de Jefe de Estado Mayor del cuartel general hasta su ascenso a teniente general a finales de 2019.
Como destacan fuentes del Ministerio de Defensa, su especialidad fundamental es la artillería. Ha servido en unidades de artillería de montaña, campaña y antiaérea. Destaca en su carrera el mando del II Grupo de Artillería de la Legión y el Regimiento de Artillería de Campaña 20. En general, sus destinos han estado relacionados con tropas de Montaña, La Legión y Caballería (vehículos acorazados).
En el empleo de general de brigada ostentó los mandos de Jefe de Operaciones y Jefe de Planes del cuartel de la OTAN en Bétera. Como general de división fue jefe del Estado Mayor del CGTAD y de la base aliada.
Para García-Vaquero la frontera con Ucrania no es un entorno desconocido. Hace más de media década, en mayo de 2016, pisó el campo de maniobras de Zagan, al oeste de Polonia, en el marco de un gran ejercicio de la OTAN con un despliegue de 1.380 militares y coordinación de la base de Bétera.
Se entrenaba para la guerra y las fuerzas de Bétera bajo su mando exhibieron capacidad de coordinación y reacción militar en unas maniobras bautizadas como Brilliant Jump 16. La pretensión era adiestrarse en una capacidad muy concreta, la denominada VJTF (Very Joint Task Force). Viene a significar una respuesta rápida ante una amenaza bélica y nació precisamente tras las históricas pretensiones de Rusia en Ucrania.
El escenario ficticio fue detallado así por García-Vaquero en una entrevista del alto mando a ABC: «Hay un escenario ficticio que se llama Sorotan (sería la parte de los países bálticos y Polonia) donde se despliegan fuerzas frente a un enemigo ficticio que se llama Torrike. Además, tenemos otro escenario (países escandinavos) llamado Bothnia. La respuesta de las fuerzas de la OTAN se llevará a cabo de manera progresiva para evitar que el conflicto ficticio vaya a más. Por ello se despliega la VJTF, llegando por vía aérea y marítima».
A pesar de que Rusia aparentaba ser, ya entonces, el potencial enemigo en el simulacro, el militar madrileño quiso matizar: «La VJTF nació tras los incidentes que llevó a cabo Rusia en Ucrania pero no está diseñada para disuadir a Rusia de lo que pueda o quiera hacer en el futuro, sino para ser empleada donde sea y cuando sea».
Cuatro años después, el día de su toma de posesión, el alto mando aliado de Bétera elevó un discurso que resulta casi visionario ante lo que hoy vivimos con perplejidad en Ucrania: «Tenemos que estar preparados ante amenazas híbridas y riesgos difíciles de imaginar» en un contexto mundial que calificó de «volátil, incierto, complejo y ambiguo». Urgió «la necesidad de adaptarnos a lo impredecible».
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