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«Tenemos el ejército más eficaz de Europa y, gracias a las decisiones que tomaron nuestros mayores después de la Segunda Guerra Mundial, tenemos capacidad de disuasión nuclear. Esto nos protege mucho más que a nuestros vecinos«. El presidente francés, Emmanuel Macron, pronunció estas palabras el pasado miércoles, en un discurso televisado a la nación que tuvo una audiencia sin precedentes. Un 71,6% de los televidentes galos escucharon una alocución en la que volvió a hablarse de uno de los temas más peligrosos de la actual situación histórica: el riesgo de una guerra nuclear. Y lo hizo el único país europeo que dispone de un arsenal atómico capaz de amenazar a Rusia. 'La grandeur' volvía a exhibirse, esta vez, en la forma de una bomba atómica con la bandera tricolor.
Macron ha ofrecido a Europa el paraguas nuclear francés en una delicada jugada que podría incluir a los británicos y su flota de misiles nucleares embarcados en submarinos. Esta sería una de las respuestas a la decisión de Donald Trump de dejar sola a Ucrania y de amenazar con no respaldar a Europa como lo había hecho hasta ahora. Cuando se utiliza el tópico de regresar a los años de la Guerra Fría, uno de las aspectos que sobrevuela a esa frase es que la alternativa era la guerra de verdad entre dos superpotencias que disponían de un arsenal descomunal de bombas atómicas y que si no se empleaban era por el principio de la destrucción mutua asegurada. La Guerra Fría era lo que evitaba la Guerra Caliente.
Pero la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, su apuesta por la Rusia de Putin en Ucrania y su menosprecio a Europa han creado un nuevo estatus. «El equilibrio que había existido durante años se ha acabado», afirma a este periódico Daniel Rajmil Bonet, doctor por la Universidad de Viena, profesor de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya y experto en disuasión nuclear. En términos muy similares se ha expresado el exprimer ministro francés Edouard Philippe. «No estamos lejos de un derrumbe de los cimientos sobre los que se ha fundado el orden mundial desde 1945». Ese año explotó la bomba atómica.
En ese escenario, el presidente francés Emmanuel Macron ha ofrecido a Europa la protección del arsenal atómico francés. Hasta el terremoto Trump, el viejo continente se encontraba bajo el conocido como paraguas nuclear norteamericano. Países como Italia o España habían renunciado a disponer de su propia arma nuclear bajo el pacto tácito de que la OTAN se encargaría de proteger a sus aliados. Cualquier amenaza soviética se vería contrarrestada con las bases americanas en Europa, los depósitos de misiles instalados en Alemania y la flota submarina dotada de capacidades nucleares. Inglaterra, por su especial relación con Estados Unidos, creó su propia armada nuclear, pero supeditada al material y las disposiciones de Washington. La excepción fue Francia.
La historia de Europa en las últimas décadas no se puede escribir sin mencionar al general Charles de Gaulle. En 1958, la descomposición de la Francia de posguerra hizo que el hombre que había recuperado el honor nacional tras la derrota ante los nazis fuera llamado a presidir el país en un intento de salvación desesperado. El general aplicó su visión de la grandeza a un estado en llamas. Entre otros factores, la descolonización de Argelia estaba siendo una sangría en vidas humanas y los franceses habían sido expulsados de Vietnam en una derrota militar sin precedentes. El nuevo presidente tomó una decisión que ahora se ha convertido en una de las claves de la geopolítica. Aprobó que su país abandonase la OTAN, que desarrollase su propia bomba atómica y que no dependiese de Estados Unidos para defenderse. Esa filosofía se resumía en una expresión: «Estados Unidos nunca sacrificará Nueva York por París».
La situación actual
290
Los militares franceses iniciaron una carrera que en la actualidad les permite disponer de 290 cabezas nucleares, capaces de ser disparadas desde cuatro submarinos atómicos o desde una flota especial de medio centenar de aviones. Además, cuenta con el portaviones Charles de Gaulle, que puede embarcar este tipo de armas. La arrogancia francesa hizo que continuasen con los ensayos nucleares hasta 1996 y que llegaron a hundir en una operación de guerra sucia al Rainbow Warrior, el barco de Greenpeace desde el que se dirigían las protestas contra los test de este tipo en el Pacífico.
Este es el paraguas nuclear que Macron quiere poner a disposición de Europa para construir un muro defensivo ante la Rusia de Putin. Pero quién puede abrirlo y cuándo son una incógnita. «¿Cuáles serían las líneas rojas?», se pregunta el experto Daniel Rajmil Bonet. Es decir, ¿en qué momento se podría decidir apretar el botón nuclear? Esta pregunta es clave para que la disuasión sea efectiva. «En la Europa de 27 países no hay unanimidad en cuestiones claves como migración, así que pensar en un consenso sobre el uso de armas nucleares no está todavía sobre la mesa. Por ejemplo, hay países como Austria que se han incorporado al tratado de prohibición de armas nucleares», asegura el experto. Por otro lado, en Europa hay países gobernados por rusófilos, como Viktor Orban en Hungría, o tradicionalmente antinucleares, como Suecia, que se unió a la OTAN al sentirse amenazada por Putin tras la invasión de Ucrania.
En principio, una doctrina casi sagrada en Francia es que es el presidente del Gobierno es el único que dispone de la capacidad para decidir la activación del arma nuclear. «Tampoco sabemos en qué consistirá la cesión de ese paraguas en cuanto a las decisiones últimas o el despliegue en momentos de conflicto», se plantea Rajmil. Hay bastantes más dudas. Francia regresó a la OTAN en 2009, por lo que también está sometida a las decisiones del Tratado del Atlántico Norte. Y queda por saber cuál será el papel del arsenal británico, que depende de Estados Unidos desde su creación.
En cualquier caso, los dueños del paraguas francés tienen prisa por que se tome una decisión, en especial, ante el cada día mayor abandono de Estados Unidos a Ucrania y a los países europeos. El exministro francés Edouard Philippe resumió la situación con una frase: «Si continuamos diciendo: nuestra seguridad está en juego, pero no sacamos ninguna conclusión sobre el terreno, Putin verá que somos viejos gatos castrados que ronronean en lo profundo del bosque y que no estamos dispuestos a movernos».
En cualquier caso, la capacidad francesa es limitada con respecto a la capacidad nuclear que pueden ejercer el resto de países en posesión del arsenal nuclear. La proliferación que se vivió durante la Guerra Fría no se detuvo tras la caída del Muro de Berlín. Aunque sí se produjo una reducción a consecuencia de la firma de diversos acuerdos entre Estados Unidos y la extinta Unión Soviética, otros países corrieron a dotarse de sus propias bombas atómicas. Este es el escenario global.
5.580
Putin aseguró en 2020 que las fuerzas nucleares rusas se estaban modernizando a gran velocidad. «Y no me refiero a la velocidad de la Fórmula 1, sino a una velocidad supersónica», precisó. Moscú cuenta con el mayor arsenal nuclear del mundo con 5.580 ojivas atómicas. De ellas estarían operativas unas 4.380 mientras que las 1.200 restantes están retiradas pero prácticamente intactas. Entre las primeras, se calcula que estarían desplegadas 1.710: unas 326 en misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) -los Sarmat, conocidos en Occidente como Hijos de Satán- , unas 640 en misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM) y unos 200 en sus 58 bombarderos estratégicos. Rusia dispone de siete submarinos de la clase Borei, la más grande de su flota con hasta 170 metros de eslora y capacidad para 16 misiles Bulava con ojivas múltiples. También puede hacerlo desde los más antiguos K-114 Tula. La Unión Soviética llegó a contar con 35.804 armas atómicas en 1983.
5.225
La primera potencia mundial cuenta en la actualidad con 5.225 cabezas nucleares -su máximo histórico lo alcanzó en 1967 con 31.255-. Su tridente atómico se reparte de la siguiente manera. En tierra cuenta con 400 misiles balísticos intercontinentales ubicados en silos repartidos por todo el país. Son los Minuteman III, gigantes de 18 metros de altura y una ojiva -los Sarmat pueden cargar hasta diez- que puede lanzarse en un proceso que dura solo un minuto. En el aire, Washington dispone de 66 bombarderos con capacidad nuclear (bombarderos B-52 y bombarderos furtivos B-2) con misiles de múltiples cabezas atómicas. Desde el mar, los SLBM se lanzan desde sus 14 submarinos de la clase Ohio, el equivalente a los Borei rusos. Pueden lanzar hasta 14 misiles Trident II D5 con múltiples ojivas de 455 kilotones -unas veinte veces más potentes que la bomba de Hiroshima- cada una y un alcance de hasta 11.000 kilómetros. A ellas se han de añadir las 100 bombas nucleares tácticas situadas en las bases de la OTAN en Europa.
600
El gigante asiático detonó su primera arma atómica en 1964. Desde entonces, su arsenal se ha incrementado hasta las 500 o 600 ojivas, de las que 24 estarían desplegadas y el resto, en la reserva. Estados Unidos calcula que Pekín dispondrá de un millar de estas armas en 2030, lo que le convierte en el país que más está reforzando su armamento atómico.
225
Reino Unido fue el tercer país en disponer de armamento atómico, tras Estados Unidos y la Unión Soviética. Su primera detonación se remonta a 1952, posibilitada en buena medida por la colaboración de varios físicos británicos de primer nivel en el 'Proyecto Manhattan'. Su arsenal se cifra en unas 225 ojivas y depende de Washington, ya que se despliegan en los misiles Trident norteamericanos que se lanzan desde cuatro submarinos de la clase Vanguard, que pueden llevar hasta 16 de estas armas. El arsenal británico se disparó tras la decisión del Gobierno de Boris Johnson de reforzar su capacidad de disuasión.
172
India sorprendió al mundo cuando el 18 de mayo de 1974 detonó su primera bomba atómica. La prueba fue bautizada con el nombre de 'Buda sonriente' y el objetivo fue disuadir a China y Pakistán de cualquier ataque. Desde entonces ha incrementado su capacidad atómica hasta contar con alrededor de 172 de estas destructivas armas. En teoría puede lanzarlas tanto desde tierra como desde el aire y el mar. Para esto último cuenta desde 2014 con el submarino de la clase Arihant que puede lanzar hasta 12 misiles de corto alcance. El año pasado botó un segundo de estos aparatos con varias mejoras.
170
Pakistán hizo explosionar su primera bomba atómica en 1998 como respuesta al programa nuclear de India. Enfrentados desde su independencia de la corona británica en 1947, el arsenal pakistaní se encuentra más o menos a la par del indio, con alrededor de 170 ojivas. El país cuenta con el apoyo tecnológico de China para desarrollar, por ejemplo, su flota de submarinos.
90
El país hebreo nunca ha reconocido disponer de armas atómicas, pero se calcula que dispone de unas 90 ojivas. Además, dispondría de 980 kilos de reservas de plutonio, suficientes para construir entre 170 y 278 más. En su arsenal cuenta con misiles como el Jericho III, con un alcance de más de 5.500 kilómetros y con los submarinos Dolphin I y II, de fabricación alemana.
50
Se calcula que el régimen de Kim Jong-un ha ensamblado 50 cabezas nucleares y que tiene material fisible para unas 70-90 armas nucleares. En septiembre del año pasado, el dictador mostró por primera vez al mundo imágenes de las centrifugadoras con las que procesan el material atómico utilizado en las bombas. En sus almacenes dispone del Hwasong-17. Conocido como 'el monstruo', se estrenó en marzo de 2022 con el objetivo de disuadir a Estados Unidos de un posible ataque ya que el nuevo artilugio podría alcanzar territorio norteamericano.
Glosario
disuasión máxima [f. Mil] Disuadir al enemigo haciéndole saber que ante cualquier ataque (mínimo, limitado, convencional o nuclear) se le contestará con una respuesta nuclear total.
disuasión nuclear [f. Mil] Estrategia basada en que un número limitado de armas nucleares puede originar daños intolerables, suficientes para disuadir a un agresor potencial. Trata de alcanzar el objetivo político por la acción indirecta, no por la victoria militar.
DMA [f. Mil] Destrucción Mutua Asegurada, también conocida como MAD por sus siglas en inglés (Mutually Assured Destruction), que se alcanzaría cuando cualquiera de los dos bandos opuestos, al usar la potencia nuclear, resultan destruidos por completo a causa de sus ataques y contraataques. Se basa en la imposibilidad de inutilizar todas las armas nucleares del adversario en un único ataque.
estrategia contrafuerza [f. Mil] Disponer de los medios nucleares necesarios (Fuerzas de Primer Ataque), para destruir o reducir a límites tolerables la capacidad de respuesta o represalia del enemigo (Fuerzas de Segundo Ataque).
estrategia contravalor [f. Mil] Tiene como objetivo destruir los núcleos urbanos y recursos del adversario cuando se ha sufrido un primer ataque nuclear. Son las fuerzas que han resistido al primer ataque, lanzadas en represalia.
estratégicas, armas [f. adj. pl.] Aquellas destinadas a la destrucción de la infraestructura básica del enemigo, aunque esté lejos del campo de batalla, por oposición a las tácticas. Armas con potencial nuclear superior a los 100 kilotones.
hipersónico [m. adj.] Se refiere a velocidades superiores a la del sonido. Los misiles que viajan cinco veces más rápido que la velocidad del sonido anulan la capacidad de respuesta.
ICBM [m. Mil] (siglas del inglés Intercontinental Ballistic Missile). Misil balístico intercontinental: proyectil de largo alcance (más de 5.500 kilómetros) con trayectoria balística (que asciende y cae rápidamente).
ojiva [f. Mil.] Parte delantera o superior de un misil, torpedo o cohete, donde se aloja el explosivo y cuyo corte longitudinal tiene forma de ojiva arquitectónica.
SLMB [m. Mil] (siglas del inglés Submarine-Launched Ballistic Missile). Misil balístico diseñado para poder lanzarse desde un submarino, que también puede puede ser lanzado por otros navíos de grandes dimensiones.
tácticas, armas [f. adj. pl.] Aquellas destinadas a la destrucción o desarticulación del enemigo de manera restringida al campo de batalla, por oposición a las estratégicas.
TPAN [m. Mil] Tratado de Prohibición del Arma Nuclear (TPAN). Acuerdo fallido para prohibir el arma nuclear. Lo firman el 7 de julio de 2017 distintos países no nucleares (en la actualidad lo han sellado 93) pero ninguno de los Estados que posee armas atómicas lo ha aceptado.
tríada nuclear [f. Mil] Uso de tres vectores diversificados y dispersos por el planeta (misiles balísticos intercontinentales, submarinos nucleares y bombarderos de largo alcance) para evitar que el enemigo pueda destruir tu arsenal nuclear en un primer ataque.
Créditos
GRÁFICOS: Gonzalo de las Heras
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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