Cincuenta muertos en un ataque israelí contra un hospital en Gaza

El Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás, ha informado de que entre las víctimas mortales se encuentran un pediatra y un técnico de laboratorio, que fallecieron mientras intentaban regresar a sus hogares. Otro operador murió al intentar rescatar a los heridos. Asimismo, los ataques de los aviones hebreos también mataron a dos paramédicos.

Pocas horas después del bombardeo, el ejército de Israel anunció la entrada de sus fuerzas en el hospital Kamal Aduan, el último centro médico operativo en el norte de la Franja de Gaza. Las fuerzas hebreas han culminado así varias semanas de asedio a las instalaciones en una operación concebida contra las milicias palestinas atrincheradas en el interior del centro. Según la información de la inteligencia de Tel Aviv, el hospital se había convertido en «un bastión de las organizaciones terroristas y continuaba siendo utilizado como escondite para los terroristas».

La dirección del centro médico ha denunciado la actuación de Israel como una vulneración del Derecho Internacional Humanitario y un golpe fatal al sistema sanitario de la zona. El ejército hebreo ha precisado que, antes de la operación, había permitido la «evacuación ordenada» de los pacientes y el personal en coordinación con autoridades locales y organismos internacionales. Una versión que contrasta con la gazatí, que acusa a Israel de entrar por la fuerza en el centro médico y de expulsar a 350 personas, contando pacientes y personal médico, a la vez que impedía la comunicación con el exterior.

El director del centro explicó que el desaolojo forzado afectó a 75 heridos, más sus acompañantes, y a unos 180 integrantes de personal. Todos ellos fueron trasladados desde Yabalia hasta el hospital Baptista Al Ahli, en la ciudad de Gaza.

El movimiento islamista palestino reiteró sus denuncias contra los «bárbaros bombardeos» de Israel durante los últimos días en las inmediaciones del centro, que alcanzaron la madrugada de ayer su máxima expresión con un ataque que dejó más de 50 muertos.

De las tres instalaciones que prestaban servicios médicos en el norte de Gaza –Beit Hanoun, el hospital Indonesio y el Kamal Aduan– el primero ha quedado «completamente destruido» y el segundo estaba «fuera de servicio» tras el colapso de su infraestructura, según el comunicado del Ministerio de Salud. Tras la operación israelí de este viernes, esta zona de la Franja ha perdido el único que permanecía en funcionamiento y que ha sido devorado por las llamas provocadas por las fuerzas militares hebreas. «El incendio es un crimen de guerra flagrante que está ocurriendo ante los ojos y oídos del mundo, sin que éste mueva un dedo».