Así avisó Irán a EE UU de que iba a atacar una de sus bases militares en Catar
Los sistemas de defensa del emirato interceptaron los proyectiles que no provocaron muertos ni heridos
El acuerdo para un alto el fuego anunciado por Donald Trump se produjo después de que la república islámica lanzara un ataque con misiles ... de corto y medio alcance contra la base aérea estadounidense de Al Udeid, en Catar. El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán explicó que «la base militar atacada fue seleccionada cuidadosamente para garantizar que estuviera alejada de las áreas urbanas y las poblaciones civiles del país vecino, y la operación se llevó a cabo de una manera diseñada para evitar poner en peligro a la gente y el territorio de Catar». Los sistemas de defensa del emirato interceptaron los proyectiles, según los responsables de Defensa, que aseguraron que no hubo muertos ni heridos.
Los iraníes bautizaron la operación como 'Basharat al-Fath' (que se traduce del farsi como 'anuncio de la victoria') y dijeron que fue «un éxito» y que sus misiles causaron un daño «devastador». Esta es la mayor instalación militar de Washington en la región y acoge a unos 10.000 soldados. Poco antes del ataque, las autoridades de Doha, avisadas al igual que Trump, cerraron el espacio aéreo y el departamento de Estado instó a los estadounidenses en Catar a resguardarse en sus hogares «por precaución», un mensaje que se interpretó como preludio al ataque iraní. El diario 'The New York Times', citando fuentes oficiales de Doha, aseguró que hubo «coordinación» previa con Teherán para evitar que la ofensiva causara daños personales.
«Nosotros no empezamos»
El aviso previo no restó nerviosismo a los momentos del ataque. El cielo de Doha se iluminó como suele hacerlo el de Tel Aviv, la defensa antiaérea interceptó los proyectiles y las explosiones retumbaron en una ciudad que nunca había vivido algo parecido. El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, lanzó este mensaje para justificar la respuesta bélica: «Nosotros no empezamos guerras, ni las buscamos; sin embargo, no podemos dejar nunca sin réplica una agresión a nuestro país».
La reacción al ataque de Estados Unidos recordó a la de 2020, cuando los iraníes respondieron al asesinato del general Suleimani lanzando misiles contra bases en Irak como Ain Al Assad. En aquella operación dispararon doce proyectiles. Aquella acción acabó con un centenar de militares estadounidenses heridos y sirvió para zanjar la deuda entre Teherán y Washington. No hubo ataques posteriores.
Catar emitió un comunicado en el que condenó «enérgicamente el ataque perpetrado por la Guardia Revolucionaria iraní contra la base aérea de Al Udeid. «Consideramos que esto constituye una flagrante violación de la soberanía del Estado de Catar, su espacio aéreo, el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Afirmamos que Catar se reserva el derecho a responder», difundieron las autoridades de Doha. Emiratos Árabes Unidos se sumaron a la condena por la ofensiva iraní contra su vecino del Golfo.
El analista iraní Esfandyar Batmanghelidj escribió en su cuenta de X que «este ataque fue aún más orquestado que el de 2020. Si Trump es astuto, verá que Irán se está alejando de la escalada. Es hora de negociar». Los iraníes evidenciaban ya que querían dar por zanjado el pulso con Estados Unidos porque no desean que los norteamericanos se metan de lleno en el día a día de su guerra de desgaste contra Israel.
En su contexto
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La defensa catarí intercepta los misiles Tras cerrar el espacio aéreo, las defensas de Catar se activaron y neutralizaron los proyectiles lanzados por Irán contra al base norteamericana de Al Usaid.
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tres instalaciones de energía nuclear de Irán fueron atacadas durante la noche del sábado al domingo por bombarderos y un submarino de EE UU.
La república islámica necesitaba realizar este ataque para no dar una imagen de extrema debilidad, pero lo tenía que hacer de forma medida para evitar una escalada total con Washington.
En ese contexto llegó el anuncio de alto el fuego pactado por Irán e Israel. Horas antes, el presidente de EEUU había descrito la represalia iraní como «muy débil» y «esperada», en otro mensaje en el que minimizaba los daños y celebraba la ausencia de víctimas. Según su versión, Irán lanzó 14 misiles, de los cuales 13 fueron interceptados y uno fue «dejado en libertad» al dirigirse hacia una zona no amenazante. «Ningún estadounidense ha resultado herido y apenas se ha producido daño alguno», escribió, agradeciendo a Irán el aviso previo del ataque, lo que permitió evitar pérdidas humanas.
El dato
10.000 soldados
había hasta hace unos días en Al Usaid, la mayor base de EE UU en Catar
El presidente concluyó con un tono condescendiente: «Quizás ahora Irán pueda avanzar hacia la paz y la armonía en la región, e incentivaré con entusiasmo a Israel a hacer lo mismo». Una frase que vista ahora parecía ya premonitoria
El ataque en Catar llegó después de una jornada marcada por un nuevo intercambio de golpes entre Israel e Irán. El Estado judío despertó con las alarmas en el norte, centro y sur, y las decenas de misiles lanzados por Irán en diferentes tandas paralizaron totalmente la actividad durante 40 minutos. Los israelíes se metieron en los búnkeres hasta que acabó la alarma más larga registrada desde que el 13 de junio Netanyahu decidió lanzar su ataque sorpresa.
Duro bombardeo
La respuesta llegó con un duro bombardeo sobre Teherán en el que cerca de 50 aviones lanzaron más de 100 ataques en apenas dos horas. Los hongos de humo gris se elevaron al cielo de una capital de la república islámica indefensa ante la superioridad aérea hebrea.
El ejército de Tel Aviv explicó que entre los objetivos alcanzados estuvieron la sede central del Basij, una fuerza de voluntarios bajo el paraguas del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, y la prisión de Evin, la famosa cárcel que alberga a presos políticos y donde se estima que hay también al menos veinte reos con pasaporte europeo, muchos de ellos con doble nacionalidad.
Las tropas armadas israelíes golpearon también en los accesos de la planta nuclear subterránea de Fordo, uno de los lugares alcanzados el domingo por Estados Unidos. Trump aseguró haber acabado con el programa nuclear, pero hay muchas dudas sobre el paradero del uranio enriquecido por los iraníes, que parece han guardado en alguna planta secreta para poder proseguir con sus actividades de enriquecimiento.
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