Mueren seis bebés en Gaza a causa del frío

Hamás achaca estas muertes así como el ingreso en estado crítico de varios niños en centros sanitarios a las «políticas criminales» de Israel y sus obstáculos a la llegada de ayuda humanitaria y materiales de construcción a Gaza. Aunque el alto el fuego en vigor desde mediados de enero permitió la entrada de bienes de primera necesidad, cientos de palestinos viven todavía en tiendas de campaña instaladas en una zona arrasada por 15 meses de bombardeos de la aviación hebrea.

Noticias relacionadas

Se puede morir de frío en Gaza

Gaza, el cementerio infantil

Cinco de los bebés que han muerto en la última jornada lo han hecho en el norte del enclave, mientras que el sexto perdió la vida en Jan Yunis, ciudad al sur del territorio, según ha precisado el portavoz de la Defensa Civil en Gaza, Mahmud Basal, quien ha apuntado como razones de los fallecimientos «la ola de frío intenso» y «la falta de calefacción».

Muchos residentes que han vuelto a la Franja tras la tregua han levantado refugios improvisados sobre los escombros de sus hogares. En estas inestables moradas tratan de sobrevivir durante el segundo invierno de la guerra, con temperaturas que han llegado a caer hasta los 0 grados.

En Gaza ya no quedan apenas zonas asfaltadas. Las lluvias, antes esperadas y celebradas por los palestinos por su escasez durante todo el año, se han convertido ahora en un castigo que hace del enclave un gran barrizal. Aunque, por lo general, el termómetro no baja de los 7 grados en la zona, la combinación de viento y lluvia es una pesadilla mortal para más de un millón de personas que vive en tiendas de campaña, según una estimación de Norwegian Refugee Council.

La precariedad de los centros médicos complica cualquier asistencia urgente. El director de hospitales de campaña de Gaza, Maruan al Hams, recalca que «la Franja necesita un nuevo sistema sanitario, ya que la mayoría de los hospitales están destruidos y no pueden dar el tratamiento necesario a la gente». Además, ha enfatizado que las clínicas «no son suficientes» para dar servicio a los palestinos tras su vuelta a sus hogares desde que comenzó el alto el fuego.